Hermana de Alejandro Gil denuncia secretismo y traición de Díaz-Canel en su juicio por corrupción: «Es increíble que le nieguen al pueblo conocer los detalles»

Redacción

María Victoria Gil, hermana del exministro de Economía Alejandro Gil, rompió el silencio y acusó al régimen cubano de privar al pueblo del derecho a conocer la verdad sobre uno de los juicios más mediáticos de los últimos años. La abogada y expresentadora televisiva habló tras meses de presiones y amenazas, explicando que su decisión se debe a que la información está siendo deliberadamente ocultada.

“Hablo porque tengo la verdad en la mano y porque es increíble que le nieguen al pueblo conocer los detalles de un juicio por corrupción, lavado de activos y tráfico de influencias”, declaró en entrevista con Martí Noticias. Desde el extranjero, resaltó que en democracias como España, incluso los juicios contra altos funcionarios son públicos y transparentes.

Secretismo absoluto en un juicio clave

El segundo juicio contra Alejandro Gil se celebró a puertas cerradas en el Tribunal de Marianao, en La Habana, y concluyó sin cobertura oficial ni menciones en el Noticiero Nacional de la Televisión Cubana. María Victoria denunció que ni los ciudadanos ni la prensa oficial tuvieron acceso a información veraz, y que incluso los hijos del exministro solo pudieron asistir tras firmar un acuerdo de confidencialidad.

La revelación más polémica de su testimonio fue que Miguel Díaz-Canel compareció como testigo de cargo contra su propio aliado y antiguo protegido. “Eran uno, se adoraban, no podían vivir el uno sin el otro… y ahora, para limpiar su imagen, es capaz de testificar contra mi hermano. Me parece vergonzoso”, afirmó, denunciando lo que considera una traición personal y política.

Gil como cabeza de turco de la corrupción

Aunque reconoce que su hermano incurrió en delitos económicos, María Victoria asegura que Alejandro Gil está siendo utilizado como chivo expiatorio para proteger a los niveles más altos del poder. “Es imposible que toda esta corrupción solo caiga sobre Gil… Los grandes se han ido deslizando sin pagar, y aquí el único que está pagando es mi hermano”, dijo. Según ella, el proceso judicial es parte de una operación política para lavar la imagen de la cúpula mientras se castiga a un funcionario sacrificado.

Presiones familiares y riesgo de perderlo todo

La familia ha recibido constantes presiones para guardar silencio. “Mi sobrina me rogó: ‘tía, por favor, no hables más, que eso en lugar de ayudar perjudica a mi padre’”, contó. María Victoria, sin embargo, insiste en que el pueblo de Cuba tiene derecho a conocer la verdad. Entre las posibles consecuencias figura la confiscación de la vivienda familiar, entregada a su hermano mediante una permuta estatal, una acción que denuncia como un atropello más típico de las dictaduras.

Abandono de antiguos aliados

María Victoria también criticó la ausencia de antiguos aliados y beneficiarios del poder que rodeaba a su hermano. “¿Dónde están los que antes lo honraban y le pedían favores? Hoy no están”, señaló, denunciando el oportunismo y la falta de lealtad dentro de la élite del régimen.

A pesar del hermetismo institucional y las presiones, la hermana del exministro asegura que no se quedará callada. “Llevaré este caso hasta las últimas consecuencias, incluso a la Corte Internacional de Justicia. Y si se prueban delitos económicos, que caigan todos los responsables”, sentenció.

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