En Cuba, los gestos de solidaridad que rompen el corazón suelen llegar con risas y lágrimas a la vez, y nadie lo hace mejor que el humorista Limay Blanco. Conocido por su trabajo al frente del Ministerio Cristo Cambia Vidas, Limay volvió a dar de qué hablar en las redes sociales gracias a un acto que emocionó hasta al más duro.
En medio de un apagón, Limay Blanco sorprendió a una familia humilde de La Habana entregándoles un refrigerador nuevo. La escena, capturada en video, terminó con los beneficiados rompiendo en llanto de alegría: un momento lleno de emoción que rápidamente se viralizó. No solo la familia se conmovió, sino que Limay mismo confesó sentirse tocado por la experiencia.
El humorista aclaró que no lo hizo solo. Recibió la ayuda de otros cubanos, tanto dentro como fuera del país, para concretar el donativo y llevar un alivio tangible a esta familia que hasta entonces tenía un refrigerador viejo y casi inservible. Ahora, con el electrodoméstico nuevo, podrán conservar sus alimentos y mejorar notablemente su vida diaria.
Entre risas y consejos, Limay Blanco no dejó pasar la oportunidad de enseñar un poco de ritual de “buena vibra”: “Haz esto que te voy a decir —dijo—. Entra con tu refrigerador nuevo, coge el viejo y di: ‘Espíritu de la miseria, te vas de esta casa’. Agarra el frío roto y tíralo al basurero. No se lo regales a nadie”. La frase, llena de humor y simbolismo, arrancó carcajadas y lágrimas por igual.
El momento refleja algo más que un simple regalo. Es la continuación de un trabajo filantrópico que Limay Blanco ha mantenido durante años, ayudando a familias necesitadas y mostrando cómo la solidaridad puede transformar vidas de manera concreta y emotiva.
Los seguidores del humorista no tardaron en compartir el video y comentar la ternura de la escena. Muchos recordaron que, en un país donde las dificultades cotidianas como apagones y escasez son parte de la vida diaria, gestos como este no solo ofrecen un electrodoméstico, sino también esperanza y alegría.
Este tipo de acciones demuestra que la ayuda entre cubanos no solo se queda en palabras o publicaciones, sino que llega a los hogares de manera tangible, generando sonrisas y lágrimas de felicidad, recordándonos que la solidaridad puede cambiar realidades de manera simple pero poderosa.
