Otaola destapa la estrategia del régimen: drogas y apagones para mantener al pueblo adormecido

Redacción

El influencer y activista cubanoamericano Alex Otaola lanzó una advertencia que no deja lugar a dudas: la dictadura cubana estaría utilizando la droga sintética conocida como “químico” como una herramienta de control social, para mantener a la población distraída y adormecida mientras el país se hunde en la crisis.

Según Otaola, el régimen ha convertido la degradación social en un arma política. Hambre, apagones de más de 20 horas diarias y calles inundadas de drogas peligrosas forman parte de un mismo plan: que la gente no tenga tiempo ni energía para organizarse o reclamar cambios. “Cuando la vida se reduce a resolver lo básico, no hay fuerza ni lucidez para pensar en libertad”, afirmó.

El presentador se apoyó en el testimonio de un joven consumidor que describió cómo el “químico” circula sin obstáculos por los barrios. Según él, y coincidiendo con rumores extendidos tras las protestas del 11 de julio, el propio régimen habría dejado que estas sustancias se propagaran “para cortar cualquier posibilidad de nuevas manifestaciones”. Para Otaola, esto no es negligencia: es una política deliberada de adormecimiento colectivo.

El activista denunció además que las fumigaciones y operativos sanitarios improvisados no solo son ineficaces, sino peligrosos. Muchos de los voluntarios carecen de preparación y algunos incluso están bajo el efecto de drogas, trabajando sin control sanitario ni responsabilidad hacia las familias: “Entran a las casas sin saber lo que hacen, sin medir consecuencias, sin responsabilidad alguna”, precisó.

En su análisis, todo el deterioro forma parte de un ecosistema diseñado por el régimen para mantener al cubano concentrado solo en sobrevivir el día a día: encontrar comida, algo de luz, unas horas de descanso. La expansión de drogas, la violencia callejera, la precariedad sanitaria y la pérdida de humanidad son herramientas de un mismo proyecto de dominación.

Otaola cerró su intervención con un llamado directo al pueblo: la decisión es clara y urgente: seguir atrapado “entre humo, químicos y apagones” o dar el paso que más teme la dictadura.

Cabe recordar que, en agosto pasado, Otaola denunció que el “químico”, que se ha vuelto cada vez más común en las calles de Cuba, podría estar saliendo de laboratorios estatales donde se fabrican medicamentos, un dato que aumenta la alarma sobre la implicación directa del régimen en esta crisis de drogas.

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