Se pasó la luz roja y chocó contra una patrulla: caos en pleno Vedado

Redacción

La intersección de L y 17, en pleno Vedado, volvió a ser escenario de un accidente que demuestra, una vez más, el desorden que reina en las calles de La Habana y la imprudencia que alimenta la siniestralidad vial en la capital.

Según reportes de Facebook en el grupo ACCIDENTES BUSES & CAMIONES por más experiencia y menos víctimas!, un conductor que bajaba por la calle L ignoró la luz roja del semáforo de 17 y terminó impactando una patrulla policial que circulaba por esa vía. Como resumió un usuario: “Se enredó la noche de mala manera”.

Algunos internautas inicialmente pensaron que el patrullero venía en sentido contrario, pero otros aclararon que esa posición fue producto del choque y no de una maniobra indebida de los oficiales. “El patrullero venía por 17 con la verde normal”, comentó un habanero, subrayando algo que muchos viven día a día: el irrespeto generalizado a las señales de tránsito.

Un profesor que comentó sobre la situación nocturna en la zona describió el panorama como un verdadero caos: semáforos intermitentes o apagados, ausencia de alumbrado público y luces intensas de los vehículos que vienen de frente. “Un completo dolor de cabeza manejar a esas horas y un peligro. Muchas veces uno maneja a ciegas”, lamentó.

El choque con la patrulla, afortunadamente, no dejó víctimas fatales, pero los comentarios en redes no tardaron en recalcar lo que pudo haber sido mucho peor. “Pudo ser con un motorista y a esta hora ya estar cremado. Fue un irresponsable”, escribió un vecino, mientras otro aseguró que el conductor “se suicidó” al cruzar la luz roja con tanta temeridad.

Más allá de la imprudencia del chofer, también surgieron críticas a la infraestructura vial. Vecinos afirmaron que el semáforo de L y 17 “lleva rato con problemas”, y que a veces al ponerse en rojo se apaga momentáneamente y vuelve a iniciar el ciclo, generando confusión en una intersección que ya de por sí es peligrosa.

Aun así, la mayoría coincidió en que la raíz del problema sigue siendo la conducta del conductor. “Las leyes de tránsito se hicieron para respetarse; ¿cómo va a violar así una luz roja? Es inconcebible”, opinó un granmense. Otros presumen que el infractor probablemente perderá la licencia. “Ese no sabe manejar. Respetar las señales es algo tan sencillo y no lo hacen. Ahora a asumir las consecuencias”, concluyó un habanero.

Este siniestro no solo nos recuerda lo frágil que es la seguridad vial en La Habana, sino también cómo la negligencia, la desatención y la falta de control siguen cobrando vidas y multiplicando tragedias que podrían evitarse.

Habilitar notificaciones OK Más adelante