Dominicana encendió las alarmas sanitarias: Detectan tres casos importados de chikungunya en viajeros que aterrizaron desde Cuba

Redacción

República Dominicana encendió las alarmas sanitarias después de detectar tres casos importados de chikungunya en viajeros que aterrizaron desde Cuba, una señal clara de que la crisis epidemiológica desbordada en la isla ya empieza a salpicar a la región. El sistema de salud dominicano actuó sin perder tiempo y reforzó los controles en el aeropuerto Joaquín Balaguer, donde desde el jueves cada vuelo procedente de Cuba es atendido como si viniera de una zona roja.

Personal médico recibe a los pasajeros uno por uno, con entrevistas rápidas, chequeos y confirmación de datos de contacto. A todos se les pregunta si han tenido síntomas recientes y se registra su información tanto en Cuba como en territorio dominicano. Si alguien llega con fiebre alta, dolores fuertes en las articulaciones o cualquier señal compatible con el virus, el caso se reporta de inmediato al Ministerio de Salud, que activa el protocolo correspondiente.

La doctora María Isabel Martínez, una de las responsables del operativo, explicó a Noticias Sin que el objetivo es cortar cualquier posibilidad de contagio antes de que el virus encuentre terreno fértil. Según dijo, la prioridad es evitar que entren viajeros “en plena incubación, sin que nadie se dé cuenta”. De ahí la rigurosidad del monitoreo.

El propio ministro de Salud, Víctor Atallah, salió al paso para asegurar que en República Dominicana no existe circulación local de chikungunya, aunque admitió que estos casos importados demuestran que el sistema de vigilancia está funcionando y que no hay espacio para confiarse. La instrucción oficial ha sido clara: mantener la calma, pero no bajar la guardia.

Centros médicos de todo el país recibieron avisos preventivos debido a que algunos viajeros podrían desarrollar síntomas días después de llegar. Las autoridades quieren asegurarse de que ningún hospital pase por alto un caso sospechoso.

La tensión crece porque el panorama regional es complicado y Cuba está en el centro del problema. La isla atraviesa una crisis sanitaria monumental, con miles de personas febriles sin diagnóstico, un aumento sostenido de chikungunya y dengue, y provincias completas en fase de epidemia. Los reportes oficiales hablan de más de 35 mil enfermos de chikungunya en lo que va de año, además del reconocimiento público de fallas graves en la prevención del mosquito transmisor y un subregistro evidente de casos.

El refuerzo en los aeropuertos dominicanos no es protocolo por gusto, sino un reflejo del temor a que el descontrol epidemiológico cubano se convierta en un exportador de contagios al Caribe. Mientras tanto, los equipos en la terminal aérea siguen trabajando sin pausa y las autoridades repiten un mensaje sencillo pero urgente: no automedicarse, buscar atención médica ante cualquier síntoma y mantener la vigilancia comunitaria para impedir que el virus entre y se riegue.

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