Si algo sabe hacer La Diosa —además de cantar con el alma en la garganta— es prenderle fuego a las redes cuando se lo propone. Y esta vez lo volvió a hacer. Durante una directa en TikTok lanzó una bomba que todavía está dejando cenizas: acusó a varios creadores cubanos, entre ellos a la conocida Flor de Cuba, de estar alineados —directa o indirectamente— con la dictadura. Según la artista, no es casualidad ni coincidencia: es una estrategia organizada desde La Habana para tumbar a cualquiera que critique al régimen.
Desde el arranque de la transmisión La Diosa fue clara y sin filtros: “Los comunistas no proveen nada al pueblo, eso no me lo estoy inventando”. Con esa frase abrió una especie de radiografía del ecosistema digital cubano, donde —según ella— han surgido influencers que no están ahí para debatir, sino para desacreditar. La cantante asegura que estas figuras dedican tiempo completo a ridiculizar a quienes denuncian la situación real de la isla, como si tuvieran la misión de restarles mérito a toda costa.
Y para explicar su punto se puso ella misma de ejemplo: “Si hago música, no sirve; si hago dibujos, no sirven; si hago dulces, tampoco sirven”. Para La Diosa nada de esto es casual. Dice que existe una “pincha” bien amarrada, una maquinaria digital que responde a objetivos muy concretos de la dictadura. Incluso mencionó que Miguel Díaz-Canel reconoció públicamente que tenían a las “personas indicadas” para dar la batalla en redes. Para ella, eso solo confirma que hay un plan y que nadie está improvisando.
En medio de la directa apareció un tema recurrente: los perfiles falsos y los “títeres”. La Diosa aseguró que muchos de los ataques provienen de cuentas creadas para sembrar tirantes, dividir y crear pequeñas guerras entre los creadores que sí están denunciando lo que pasa en Cuba. O sea, manual de “divide y vencerás”, aplicado a TikTok e Instagram.
Ahora, si hubo un momento donde la temperatura subió, fue cuando sacó el nombre de Flor de Cuba. Sin pestañear, La Diosa afirmó que Flor jamás va a decir frases como “Abajo los comunistas” o “Abajo la dictadura”. Según ella, Flor tiene vínculos demasiado cercanos con figuras que se mueven alrededor del poder en Cuba —como Sandro Castro— como para permitirse algo así. “Ella puede vender plantas eléctricas y ganarse cuatro pesos, pero nunca la vas a ver diciendo lo que hace falta decir”, soltó sin mirar atrás.
Pero, a diferencia de lo que muchos esperarían, La Diosa dijo que ella no responde insultos ni provocaciones de estos perfiles porque eso sería darles visibilidad. “Yo no me chupo el dedo… si no les respondo es porque soy más inteligente”, aseguró. A su juicio, esos ataques buscan colgarse de su nombre, y no está dispuesta a regalarles ni un segundo de alcance. Como remató: “A mí no me jode nadie. Todos los que han intentado joderme han terminado jodidísimos”.
Antes de cerrar, dejó una frase que resume todo su posicionamiento: ella no vuelve a Cuba mientras no exista libertad. “Cuba libre es la única manera”, dijo, dejando claro que, más allá del ruido, su objetivo no cambia: hablarle directamente al poder y no a quienes, según ella, operan como su ciberextensión.







