Cuba sigue dando noticias que en cualquier otro país sonarían a chiste, pero que en la Isla son el pan de cada día. Esta vez, el “logro” anunciado a bombo y platillo fue la recuperación de una cerda robada en Guantánamo. Sí, así mismo: el régimen sacó pecho por encontrar un puerco de 300 libras, como si hubieran desarticulado una red internacional de crimen organizado.
El perfil oficialista Guantánamo y su Verdad salió este lunes con un post celebrando lo que llamaron una “rápida intervención policial” en el municipio de Niceto Pérez. Según su relato lleno de consignas, los agentes lograron interceptar una camioneta que llevaba el animal hacia la cabecera provincial. Para colmo, hablaron de un “operativo de cierre” en Granadillo, casi como si estuvieran narrando una misión de película… pero no, era una cerda.
Los voceros del régimen explicaron que el ladrón había pactado vender el animal por 150 mil pesos y que andaba campante por ahí, en libertad condicional tras cumplir una sanción por apropiación indebida. En un país donde la delincuencia de verdad —robos violentos, asaltos, corrupción institucional— ni aparece en los medios, la propaganda se aferra a convertir la captura de un puerco en epopeya revolucionaria.
La publicación cerró con el típico grito de victoria: “¡Atrapados y bien atrapados!”. Más que entusiasmo, el mensaje destila desesperación mediática. En una Cuba hundida en apagones, hambre y descontrol, el aparato propagandístico intenta construir héroes policiales donde no los hay. Y si para eso hay que convertir la recuperación de una cerda en noticia nacional… pues adelante.
Lo irónico es que esta familia, al menos, tuvo suerte. En marzo pasado, durante el pomposo “Ejercicio Nacional de Prevención y Enfrentamiento al Delito”, el gobierno de Pinar del Río mostró otra joya de “eficiencia”: a un vecino de Consolación del Sur le roban un cerdo, y la policía, en vez de recuperarlo, le entregó unas libras de carne en una bolsa plástica. Eso fue lo que quedó del animal.
El perfil oficialista De Pinar Soy publicó la foto del agente entregando el pedazo de carne como si fuera un acto de justicia ejemplar. La miseria convertida en propaganda, la propaganda convertida en burla, y un país entero mirando cómo las autoridades celebran como hazañas lo que en realidad refleja el fracaso absoluto del sistema.
