Ocupan más de 1,600 pomos de refresco en fábrica «casera» ilegal durante operativo policial en La Habana

Redacción

La Policía cubana volvió a tirar el mantel en Marianao con un operativo en el Consejo Popular #5 de Pogolotti, donde se llevaron 1,684 pomos de refrescos caseros que supuestamente se producían dentro de una vivienda.

La versión oficial dice que allí se hacía una “actividad ilegal” de fabricación y envasado. Entre lo ocupado había refresco de cola, naranja, limón y hasta agua embotellada hecha por cuenta propia. En otras palabras, un pequeño emprendimiento doméstico que funcionaba, precisamente, porque el Estado es incapaz de garantizar ni el agua fría.

El régimen argumenta que estos operativos buscan “proteger la salud pública” y “defender el orden económico”. El cuento de siempre: que si no hay control sanitario, que si se evade el mecanismo fiscal, que si el orden. Pero todos en Cuba sabemos que el verdadero desorden está en las tiendas vacías y en los precios inflados del propio Estado, que lleva décadas sin poder producir ni un refresco que no sepa a jarabe de hospital.

La gente en Pogolotti, como en toda la Isla, se pregunta quién se supone que está siendo protegido aquí. Porque mientras ellos decomisan refrescos caseros, el pueblo sigue lidiando con apagones, calor y sed. La policía persigue pomos de refresco porque es más fácil que perseguir a los responsables del desastre económico.

Al final, estas redadas solo dejan más claro que la economía informal es la única que medio funciona en Cuba, y por eso mismo la reprimen: porque demuestra todos los días la incapacidad del Estado para proveer lo básico. Mientras tanto, siguen vendiendo el discurso de “orden económico” en un país donde lo único ordenado es la miseria.

Habilitar notificaciones OK Más adelante