En medio de la crisis económica que golpea a La Habana, apareció un lujo que no pasa desapercibido: un Ford Mustang GT blanco descapotable recorriendo el Malecón. Las imágenes, compartidas por el usuario de TikTok @descubriend0cuba, muestran el deportivo de ensueño brillando al sol frente al hotel Grand Aston La Habana, dejando claro que en medio de apagones, escasez y salarios bajísimos, hay quien todavía puede darse este tipo de gustos.
El Mustang no es cualquier carro; hablamos de un modelo que en el mercado internacional puede superar los 70.000 dólares. La matrícula cubana P277962 en el capó sorprendió a muchos usuarios, porque ver un auto de este nivel en las calles de la isla es algo poco común, especialmente en un país donde la gran mayoría vive con ingresos estatales que apenas superan los 4.000 pesos cubanos, algo así como 15 dólares al cambio informal.
En las fotos y videos se ve el deportivo posando frente al emblemático Malecón, mientras el autor de la publicación agrega el texto: “Cumpliendo mis metas”. Una frase que muchos interpretan como un guiño al poder adquisitivo que, para la mayoría de los cubanos, sigue siendo inalcanzable. El contraste no podría ser más evidente: un auto de lujo circulando al lado de bicicletas oxidadas, almendrones con más de medio siglo de historia y motos que luchan por mantenerse en pie.
La aparición del Mustang ha generado todo tipo de comentarios en redes sociales. Algunos aplauden la oportunidad de ver algo diferente, mientras que otros cuestionan la desigualdad cada vez más visible en Cuba. Mientras una pequeña élite ligada al poder o a negocios privados disfruta de lujos, la mayoría de la población enfrenta problemas diarios: inflación, apagones, escasez de combustible y dificultades para acceder a alimentos básicos.
Nadie ha identificado al propietario del vehículo, y eso añade un aire de misterio al asunto. Lo que sí queda claro es que este episodio sirve como recordatorio visual de la brecha económica que existe en la isla. La Habana, con sus calles llenas de coches soviéticos antiguos y transporte limitado, no está acostumbrada a ver autos de esta magnitud desfilando como si fueran cualquier cosa.
El Mustang GT blanco no solo es un auto; es un símbolo de poder y estatus que resalta las diferencias económicas de manera brutal. En un país donde la gran mayoría lucha día a día para cubrir necesidades básicas, la imagen de este deportivo recorriendo el Malecón se convierte en una especie de contraste entre dos realidades completamente opuestas.










