El popular actor cubano Jorge Losada volvió a recibir un baño de cariño este fin de semana, celebrando su cumpleaños a pesar de su delicado estado de salud. Las imágenes compartidas por la directora de casting Libia, una mujer que siempre ha demostrado una sensibilidad enorme, lo muestran sonriente, arropado y acompañado con ternura.
Libia, que conoce de cerca las luces y sombras del mundo artístico en la Isla, estuvo a su lado con ese afecto genuino que tanta falta hace en tiempos donde el Estado brilla por su ausencia. Jorge Losada es un maestro imprescindible, una figura que marcó a varias generaciones, y cuya grandeza y humildad todavía inspiran a miles dentro y fuera de Cuba.
Pero este cumpleaños llega acompañado de un eco reciente que muchos recuerdan: los insistentes rumores sobre su muerte que inundaron redes sociales en julio. Ante aquel bulo, Luis Lacosta, director de arte del ICAIC, salió al paso en una publicación contundente. Dijo que dejaran la “chismografía digital” y aclaró que Losada estaba vivo, consciente y hasta levantando el pulgar en señal de ánimo. Era un llamado urgente a la responsabilidad, cansado de que tuvieran que desmentir por segunda vez la misma mentira.
En aquel entonces, perfiles como Actuar Cuba y otros artistas también pidieron frenar los rumores, porque cada falsa noticia solo sumaba angustia al veterano actor y a su círculo cercano. Incluso un usuario identificado como Alexander contó que habló por teléfono con él y terminó su mensaje con una frase que muchos agradecieron: “Losada hay para rato”.
Sin embargo —y aquí está la contradicción más dolorosa—, aunque Losada sigue con vida y espíritu, su salud es frágil y el abandono institucional pesa más que nunca. El actor ha necesitado campañas comunitarias para conseguir alimentos, dinero, sangre y hasta una simple silla de baño para sus cuidados diarios. Un equipo básico que el sistema de salud cubano, el mismo que se ufana de ser “potencia médica”, no pudo o no quiso garantizarle.
El propio Lacosta, junto al productor Michel Vega, había lanzado un llamado urgente para conseguir esa silla. Pero quienes lo lograron fueron manos solidarias fuera del aparato oficial: el influencer y exboxeador Lino Tomasén, conocido como El Hombre de Hierro, movió cielo y tierra junto a José, de Destiny Travel, y con el empuje humorístico de Limay Blanco, la silla llegó a manos de Losada en menos de 24 horas. “Esta sillita, nuevecita, es tuya, papá”, dijo Tomasén visiblemente emocionado.
Losada ha vivido tres años de complicaciones: una cirugía en 2021 que le provocó anemia severa sin acceso a medicamentos, otra hospitalización en 2024 por una prótesis de cadera, y una larga recuperación sin apoyo oficial. Cada crisis de salud ha terminado en lo mismo: la comunidad cubana —no el Estado— movilizándose para ayudar.
Su última aparición en pantalla fue en la telenovela Renacer en 2023, y desde entonces su legado sigue creciendo, sostenido por el cariño de la gente y el olvido de las instituciones. Mientras tanto, la celebración de su cumpleaños se convierte también en un recordatorio incómodo de la Cuba real: los artistas que enriquecieron nuestra cultura sobreviven gracias a la solidaridad de un pueblo que se niega a dejarlos caer, aunque el régimen sí lo haya hecho hace rato.










