La Comisión Nacional de Drogas de Cuba alertó que la expansión global de nuevas sustancias psicoactivas ya golpea la isla, y que por ello el régimen ha tenido que reforzar su llamado “control” y prevención, según reportó la televisión estatal durante una conferencia en La Habana.
Entre 2024 y lo que va de 2025, las autoridades aseguran haber bloqueado 72 operaciones vinculadas a marihuana, cocaína, metanfetamina y cannabinoides sintéticos, provenientes de 11 países distintos. El coronel Juan Carlos Poey Guerra, jefe del órgano especializado del Minint, resaltó que el mercado interno muestra un creciente auge de las drogas sintéticas, particularmente el “químico” o “papelillo”, que según él, llega desde Estados Unidos.
El oficial también admitió que las principales fuentes de abastecimiento incluyen vulneraciones fronterizas, desvío de recalos y cultivo de marihuana dentro del país, dejando entrever que el tráfico no es un problema puramente externo.
El ministro de Justicia y presidente de la Comisión, Oscar Silvera Martínez, insistió en que la prevención es la columna vertebral de la política oficial, y destacó la participación de organismos como Educación, Trabajo, Cultura, Turismo y Agricultura en la llamada estrategia de “consolidar una cultura de rechazo al consumo”.
El Minint también ha puesto el ojo en la detección de nuevas drogas psicoactivas y en la preparación de sus fuerzas, incluyendo unidades caninas, además de reforzar la cooperación con agencias internacionales. Aun así, los propios funcionarios admiten que el impacto del “químico” sigue creciendo en la isla, pese al discurso de “tolerancia cero”.
La conferencia también buscó despejar rumores tras las explosivas declaraciones de Hugo “El Pollo” Carvajal, exjefe de inteligencia de Nicolás Maduro, quien vinculó a La Habana con la estrategia del Cártel de los Soles.
Casos recientes muestran la gravedad del asunto: a fines de noviembre, dos hombres fueron arrestados en Ciego de Ávila por vender “químico”, mientras que operativos policiales y juicios ejemplares se usan como escaparate de la ofensiva del régimen contra estas drogas sintéticas que se han disparado en ciudades y barrios de toda la isla.
Según reportes oficiales, más de 1,500 personas han sido arrestadas por delitos relacionados con drogas desde inicios de año, con incautaciones que incluyen 81 kg de narcóticos, 11,000 plantas, 23,000 semillas, armas de fuego y bienes de traficantes, además de la desarticulación de cinco redes delictivas vinculadas al aeropuerto José Martí.
Para “endurecer la lucha”, el Tribunal Supremo aprobó a mediados de año un dictamen que eleva las condenas para quienes tengan o distribuyan drogas sintéticas, reconociendo los riesgos severos que estas sustancias representan para los consumidores.
El mensaje oficial es claro: el régimen controla y castiga, pero mientras tanto, el “químico” sigue circulando y afectando a los jóvenes cubanos, dejando entrever que la realidad es mucho más complicada de lo que el discurso quiere mostrar.
