Yusuam Palacios visita hospital en Holguín y termina exponiendo en las fotos el desastre de la «potencia médica» que presume el régimen

Redacción

Yusuam Palacios, diputado del régimen castrista, salió a declarar que estaba “inmensamente satisfecho” con la calidad del servicio de salud en el Hospital de Sagua de Tánamo, Holguín. Una afirmación que, si alguien la creyera sin ver las fotos, podría parecer un milagro.

Porque la realidad es otra: los pasillos lucen sucios, las paredes agrietadas, la iluminación más bien escasa y los insumos brillan por su ausencia. Mientras Palacios posaba sonriente frente a las cámaras, el hospital gritaba con silencios de abandono, evidenciando que la “potencia médica” que proclama el régimen es un cuento que se cae a pedazos.

Miles de cubanos enfrentan cada día falta de medicinas, colapso en camas, y condiciones que rayan en lo inhumano, mientras los voceros del castrismo repiten el mismo libreto: todo está bien, todo funciona, todo es ejemplo. La visita de Palacios no fue más que otro episodio de ese teatro donde las palabras pretenden tapar lo que los ojos no pueden ignorar.

En Sagua de Tánamo, como en muchos otros rincones de la isla, la verdad duele más que cualquier discurso. Y aunque para el diputado todo sea motivo de “maravilla”, para los pacientes el hospital sigue siendo un símbolo del abandono sistemático que define la salud cubana bajo el régimen.

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