Madre soltera con sus tres hijos siguen viviendo una pesadilla en medio del abandono tras el paso del huracán Melissa por Santiago de Cuba

Redacción

Ha pasado más de un mes desde que el Huracán Melissa arrasó la zona, pero para una madre soltera y sus tres hijos el ciclón nunca terminó en el poblado santiaguero de San Luis. Siguen viviendo entre las ruinas de lo que una vez fue su casa, sin recibir ni una visita, ni una llamada, ni un mísero papel de parte de las instituciones del régimen. Nada.

La denuncia la hizo pública Laidis Batista, familiar de los afectados, y retrata una realidad que ya es costumbre en Cuba: familias vulnerables abandonadas a su suerte mientras el gobierno sigue inflando discursos vacíos de “atención priorizada”.

La situación de estos niños es especialmente delicada. Uno es discapacitado y los tres sufren asma crónica, una condición que empeora cada día entre el polvo, la humedad y los escombros donde duermen. No tienen un espacio seguro, no tienen privacidad, no tienen protección. La casa quedó prácticamente destruida tras el paso de Melissa.

Lo más indignante es la respuesta que recibieron cuando fueron al gobierno municipal de San Luis. Les dijeron que las ayudas estaban destinadas a “personas que se encuentren en peores condiciones”. ¿Peores que una madre sola, con tres niños enfermos viviendo entre ruinas? El cinismo institucional no tiene fondo.

Ningún trabajador social se ha presentado. Ningún funcionario del régimen ha mostrado el más mínimo interés. Mientras tanto, el discurso oficial sigue vendiendo la idea de que los sectores vulnerables están “respaldados”. Sobre el terreno, lo único que se respalda es el abandono.

Este caso vuelve a mostrar la desconexión brutal entre la propaganda gubernamental y la realidad de la calle. En Cuba, incluso los niños enfermos quedan a merced del olvido, mientras las autoridades repiten consignas que hace rato no engañan a nadie.

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