¡Ultima Hora! Ministerio de Turismo de Cuba desmiente oficialmente la entrega de 1100 dólares anunciada por Ignacio Giménez en los hoteles de la isla

Redacción

El Ministerio de Turismo de Cuba salió corriendo este sábado a apagar el último incendio viral provocado por Ignacio Giménez. La institución publicó una nota urgente donde aclara que es totalmente falsa la información que circula sobre la supuesta entrega de 1.100 dólares a cada cubano en los hoteles de la isla tras el paso del huracán Melissa. Según el comunicado, Turismo no tiene absolutamente nada que ver con ninguna distribución de donaciones y recordó que cualquier información oficial se comunica “por los canales autorizados”, que —faltaba más— no incluyen perfiles de Facebook ni directas apocalípticas.

La nota pide “responsabilidad informativa”, un concepto que suena bonito en el papel, pero que contrasta con la propia falta de transparencia del régimen, que no aclara nada hasta que la bola se hace tan grande que tienen que salir a desmentirla. Eso sí: esta vez no dejaron espacio para dudas. No hay dólares esperando en los hoteles. No hay maletines mágicos. No hay reparto nacional de efectivo. Punto.

Todo esto surge porque Ignacio Giménez volvió a encender las redes. Y no por algún plan sólido o una propuesta política real, sino por la promesa, una vez más, de repartir dinero a manos llenas. Esta vez aseguró que cada cubano recibiría 1.100 dólares en efectivo en los hoteles del país, en una operación tan fantástica que parecía escrita para Netflix.

Según su historia, habría logrado lo imposible: que Estados Unidos, Rusia, China y las grandes tecnológicas del planeta se pusieran de acuerdo para financiar una entrega masiva de efectivo en Cuba. Y no en bancos, no en entidades financieras, sino en hoteles estatales, como si los lobbies de Gaviota fueran sucursales del Tesoro norteamericano. En su narrativa, hasta el Banco Financiero Internacional, TRASVAL, SEPSA y el propio Ministerio de Turismo participarían en una operación que haría sudar a cualquier thriller de espionaje.

Pero la cosa no termina ahí. Giménez asegura que el régimen movería fichas, sacaría a cinco funcionarios inútiles y pondría en su lugar a cinco mujeres “comprometidas con el cambio del país”. Que el Comité Central del 12 y 13 de diciembre sería la coronación de una jugada secreta que nadie vio venir. Que los hoteles se llenarían de cubanos entre el 6 y el 22 de diciembre recibiendo dólares “según su nivel de fe”. Primero los que confiaron. Luego los que dudaron. Y finalmente los que insultaron.

La historia tiene ritmo, drama y promesas enormes… pero nada de pruebas. Igual que en 2021, cuando prometió derrocar al régimen, movilizar 200.000 millones de dólares en supuestos litigios en Dallas y confiscar mansiones de los Castro. Todo quedó en el aire. Ni la justicia estadounidense, ni los registros públicos, ni los estándares éticos de la abogacía en España respaldan lo que dice. Ni una sola evidencia concreta.

El problema no es solo el cuento. El problema es el efecto. Ignacio juega con la esperanza y la desesperación de millones de cubanos que buscan una salida en medio del caos. Y en ese vacío, donde el régimen no ofrece soluciones y la ciudadanía está exhausta, cualquier promesa milagrosa se vuelve tentadora, aunque sea tan inverosímil como repartir efectivo en 400 hoteles sin que se pierda un centavo en el camino.

Por eso el Ministerio de Turismo salió rápido a desmentir. No para proteger al pueblo de la desinformación, sino para frenar un bulo que se les fue de las manos. Un bulo que, con todo y lo absurdo, reveló otra cosa: la enorme necesidad de esperanza que hay en Cuba. Esperanza que ni el gobierno ni sus voceros pueden llenar, y que algunas figuras mediáticas intentan capitalizar con promesas imposibles.

Por ahora, la única verdad oficial es que no habrá dólares en hoteles. Y la única verdad evidente es que Cuba sigue siendo terreno fértil para rumores porque el propio sistema ha convertido la información en un lujo, la transparencia en un tabú y la esperanza en un producto que cualquiera puede vender.

Habilitar notificaciones OK Más adelante