Visas de emergencia, extorsión y justicia: el drama detrás de la muerte de una bailarina cubana en México

Redacción

La historia de Elianis Toro, una joven bailarina cubana que soñaba con un futuro mejor, terminó en tragedia en México. Hoy, las autoridades mexicanas y el consulado cubano están moviendo cielo y tierra para poder repatriar sus restos y cumplir la última voluntad de su familia. Su caso ha sacudido tanto a México como a la comunidad migrante cubana, que ha seguido su historia con dolor e indignación.

La Sección Consular de Cuba en Ciudad de México confirmó que ya comenzaron las gestiones para traer de vuelta a la isla el cuerpo de Elianis Betsalie Toro Martínez, la joven de apenas 20 años que perdió la vida tras el brutal ataque armado e incendio en el bar Lacoss, en Puebla. El comunicado oficial lamenta profundamente su fallecimiento y asegura que se están cumpliendo todos los procedimientos necesarios para que su familia pueda darle sepultura en su tierra.

El texto consular, aunque sobrio y diplomático, deja ver la gravedad de lo ocurrido. “Como está establecido en estos casos, se realizan las gestiones consulares para la repatriación del cuerpo conforme a la voluntad familiar”, dice el comunicado, acompañado de un mensaje de condolencias para sus allegados. Pero detrás de esas líneas formales hay una tragedia humana que ha desbordado a quienes conocieron a Elianis, incluso solo a través de redes.

La historia de esta joven holguinera ha tocado fibras profundas. Elianis era madre de un niño pequeño y, como miles de cubanos, había emigrado a México para sostener económicamente a su familia. Con apenas 20 años, buscaba oportunidades en un país que, aunque ofrece trabajo, también arrastra un clima de violencia que cobra vidas inocentes todos los días.

La madrugada del ataque fue pura pesadilla. Seis hombres en motocicleta llegaron al bar Lacoss, dispararon contra los presentes y luego rociaron gasolina antes de provocar un incendio. Según testigos, los agresores gritaron: “Eso les pasa por no pagar”, lo que apunta a un caso de extorsión criminal. En medio del caos, Elianis murió intoxicada por monóxido de carbono junto a un DJ y otros trabajadores que no lograron escapar.

Para su familia, que vive en una zona rural de Holguín, la tragedia fue doble. Sin recursos para viajar, tuvieron que identificar el cuerpo por videollamada, una escena que cualquier persona desearía no vivir jamás. Días después, las autoridades mexicanas finalmente concedieron visas humanitarias a sus padres para que pudieran viajar a Puebla y encargarse de los dolorosos trámites de repatriación.

En medio de la tormenta, llegó al menos un rayo de justicia. La Fiscalía de Puebla confirmó la detención de Gabriel N., alias “El Tato”, presunto responsable del ataque. Su captura fue resultado de un operativo interinstitucional y marca el primer paso para esclarecer lo ocurrido y llevar tranquilidad —si es que eso es posible— a una familia destrozada.

La historia de Elianis resume el drama de miles de migrantes: jóvenes llenos de sueños que terminan atrapados entre la violencia, la precariedad y el abandono institucional. Su repatriación será, al menos, la oportunidad de que su familia la despida en casa.

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