Un cubano identificado como Ariel Betancourt Ramírez perdió la vida en un brutal asalto en Middle Road, La Penitence, Georgetown, Guyana. La noticia fue dada a conocer por la plataforma independiente La Tijera News y rápidamente estremeció a la comunidad cubana dentro y fuera de la isla.
Según relataron vecinos de la zona, Ariel —quien vivía en Lot 128 de la misma calle— fue sorprendido alrededor de las dos de la tarde por dos atacantes que se movían en bicicletas. Todo indica que el objetivo era robarle, pero el cubano se plantó, intentó defenderse y terminó enfrentándose a los delincuentes.
El forcejeo fue violento. Los residentes aseguran que se escucharon ruidos extraños y ladridos de perros antes de que alguien finalmente saliera y encontrara el cuerpo de Ariel tirado en plena vía. Ya no había nada que hacer. El ataque había sido fulminante.
Una mujer que presenció parte del caos contó que al principio pensó que se trataba de un accidente, pero enseguida un taxista que lo vio todo aclaró la escena. Según su versión, los asaltantes eran dos hombres delgados que interceptaron al cubano, recibieron resistencia y respondieron con arma blanca. Un encuentro desigual que terminó en tragedia.
Los vecinos comentan que Ariel casi siempre acompañaba a su esposa desde el trabajo hasta la casa, como medida de protección en un barrio donde la inseguridad es parte del paisaje diario. Algunos sospechan que los delincuentes podrían haberlo estado observando desde hacía días.
Poco después de ocurrido el crimen, la esposa llegó al lugar y se desplomó al reconocer el cuerpo. La policía la trasladó a la estación para obtener información que ayude a esclarecer el asesinato, aunque la mujer quedó en un estado evidente de shock.
Hasta ahora, las autoridades de Guyana no han publicado ninguna nota oficial sobre el caso. Se sabe que investigan, pero no hay detenidos, no hay rostros, no hay respuestas. Otro cubano muere fuera de su país, otro nombre que se suma a la larga lista de los que emigran buscando lo que la dictadura nunca les dio: seguridad, oportunidades y una vida digna.







