Otro domingo sumidos en la oscuridad total: Régimen anuncia un domingo de apagones masivos por todo el país

Redacción

Cuba amaneció este domingo envuelta en otra jornada de apagones masivos, una rutina tan repetida que ya forma parte del paisaje cotidiano del país. El parte más reciente de la Unión Eléctrica (UNE) confirma lo que ya nadie puede ocultar: el déficit ronda los 2,000 megavatios, un número que deja al Sistema Eléctrico Nacional respirando por un hilito.

El comunicado admite que durante el sábado el servicio estuvo afectado las 24 horas, con un pico de 2,091 MW a las 6:10 de la tarde, justo cuando más falta hace la corriente y cuando más se siente el calor pegajoso que sufre la Isla.

A primera hora de este domingo, la UNE reportó una disponibilidad de apenas 1,298 MW frente a una demanda que casi duplica esa cifra. Es decir, más de la mitad del país queda en apagón simplemente porque no existe capacidad para generar lo que se necesita. No hay ciencia detrás: falta combustible, faltan unidades y falta voluntad del régimen para resolver el desastre.

El Gobierno presume la entrada de 33 parques solares fotovoltaicos, que aportaron 2,941 megavatios hora y un tope de 546 MW. Pero esa supuesta “solución” queda chiquita ante el desplome de las plantas térmicas y la escasez de combustible que se ha convertido en la daga que atraviesa al SEN. La energía renovable en Cuba es como un vasito de agua en medio de un incendio.

Las termoeléctricas siguen en su eterna novela de averías y mantenimientos sin fin. Unidades completas de Cienfuegos, Diez de Octubre, Felton y Renté están fuera de servicio, mientras otras en Santa Cruz y la Carlos Manuel de Céspedes permanecen en mantenimiento prolongado. Un panorama que no sorprende a nadie viviendo en un país donde todo lo que toca el Estado termina roto.

El propio informe de la UNE reconoce que la generación térmica tiene limitaciones de 551 MW, además de la crisis de combustible y lubricantes que mantiene paralizadas 100 centrales de generación distribuida, cinco motores en Moa y otros 83 MW que tampoco pueden operar. En resumen: más de mil megavatios fuera de servicio porque simplemente no hay petróleo ni piezas ni gestión.

Para el horario pico de la noche, la UNE promete —como quien intenta tapar un hueco con un curita— que la unidad 5 de Renté entrará con solo 60 MW. Con eso, la disponibilidad total apenas subiría a 1,358 MW frente a una demanda de 3,300 MW. La matemática es cruda: un déficit cercano a los 2,000 MW y más del 60 % del país sin electricidad en el momento de mayor consumo.

Mientras tanto, el régimen sigue tirándole la culpa a factores externos y repitiendo discursos vacíos, mientras millones de cubanos sobreviven entre calor, oscuridad, mosquitos y un agotamiento que ya se siente en cada esquina. La Isla se apaga, pero quienes la gobiernan continúan jugando a que todo está bajo control, aun cuando el país entero vive sumido en sombras.

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