Elián González, aquel niño balsero que se volvió ícono del enfrentamiento entre Cuba y Estados Unidos, ahora diputado y ferviente defensor del régimen, encabezó este sábado una marcha que celebraba un aniversario más de la llamada “Batalla de Ideas”.
El evento, informado por la Agencia Cubana de Noticias, contó con la presencia de parte de su familia y de “su hermosa hija”, un detalle que parece más destinado a la foto que a la noticia real. La caminata avanzó por la avenida Coronel Verdugo, entre Ayllón y Ruiz, hasta llegar al Museo de la Batalla de Ideas, donde se inauguró una exposición de dibujos escolares que supuestamente conmemoran la lucha por el regreso de Elián a la Isla.
Junto a él estuvieron figuras clave del aparato del Partido Comunista: Mario Sabines Lorenzo, primer secretario del PCC en Matanzas, y Marieta Poey Zamora, gobernadora provincial. Todo un desfile de autoridades, destinado a reforzar la narrativa propagandística del régimen mientras la crisis en la sociedad cubana se profundiza.
Lo más irónico es que, veinticinco años después, Elián defiende con fervor el mismo sistema que lo utilizó como estandarte político, responsabilizando al “imperio” de todos los males de la Isla y presentando un país que se cae a pedazos como un lugar donde “no se cometen grandes errores”, según declaraciones suyas del pasado octubre.
La “Batalla de Ideas”, recordemos, fue una campaña lanzada en 2000 por Fidel Castro, diseñada para consolidar el control estatal y movilizar a la población con fines propagandísticos. Hoy, su legado se mantiene vivo en ceremonias como esta, con recursos del Estado destinados a un ritual vacío mientras la población enfrenta apagones, hambre y escasez de todo.










