Un brutal ataque a un mototaxista de 57 años en Sancti Spíritus sacó a la luz una red delictiva que operaba entre esa provincia y Ciego de Ávila, dejando claro que la inseguridad en Cuba no es un accidente aislado, sino un fenómeno creciente que la crisis económica y la falta de control estatal alimentan.
El trabajador, cuya identidad se mantiene reservada, había sido contratado por un cliente la tarde del 13 de noviembre. Primero lo llevó a Alicante, luego a Tuinucú a buscar un medicamento, y finalmente a la entrada del hotel Zaza, donde supuestamente el pasajero tomaría otra “botella” hacia Ciego de Ávila. Fue en ese último tramo donde la situación se tornó mortal.
Aprovechando la soledad del lugar, el agresor golpeó al conductor en la nuca con un martillo mientras la motocicleta todavía estaba en movimiento. Ambos cayeron al pavimento y el atacante lo inmovilizó por el cuello, amenazándolo de muerte si gritaba, intentaba moverse o denunciaba a la policía, según relató Cubadebate. La Panther 125 CC negra del mototaxista y su mochila con dinero, documentos y teléfono fueron arrancadas en cuestión de minutos.
La respuesta del Minint no tardó en activarse: un equipo multidisciplinario inició la investigación, que pronto los condujo a Ciro Redondo, en Ciego de Ávila, donde capturaron al presunto autor, identificado como José Luis González Valgas. La moto fue recuperada en varias etapas, tras pasar por manos de receptadores que desarmaron la unidad y la movieron a otras provincias, revelando un circuito delictivo bien organizado.
El teniente coronel Rolando Rodríguez Carmenate confirmó que los cuatro implicados fueron arrestados gracias a la colaboración ciudadana y el trabajo del Minint. “El robo no fue un hecho aislado; era parte de una cadena perfectamente articulada”, dijo, describiendo un mercado clandestino que transformaba la propiedad robada en varias piezas antes de comercializarla.
El mototaxista, aunque se recuperó físicamente, lleva ahora una cicatriz en la memoria: “Conduce con un recuerdo en la garganta: el de unos dedos cerrándole el aire”, señala el reportaje. La violencia vivida revive la memoria de crímenes similares, como el asesinato del profesor Santiago Diosdado Morgado Morgado en 2022, también para robarle la moto con la que se ganaba la vida.
Más allá de un caso aislado, este incidente refleja la falta de seguridad en calles y poblados cubanos, donde la impunidad crece, los asaltos se multiplican y las autoridades permanecen casi siempre al margen. La crisis económica, la escasez de recursos y la negligencia del régimen hacen que ciudadanos que solo intentan trabajar, como este mototaxista, terminen enfrentando la violencia sin defensa alguna.







