Bruno Rodríguez Parrilla amaneció este lunes tirando dardos hacia Washington, acusando a Estados Unidos de “infundir miedo” a los cubanos que viven allá y de amenazar con cerrarles o congelarles sus cuentas bancarias. Pero el tiro le salió por la culata. La reacción fue inmediata: una avalancha de cubanos, dentro y fuera de la isla, le recordó que el terror que empuja a la gente a huir no nace en Miami, sino en La Habana.
El canciller escribió en X que “los cubanos que viven en EEUU sufren la persecución y el miedo que infunde la actual política migratoria”, y que ahora enfrentan la amenaza de ver congeladas sus cuentas. Esa frase sonó a guion reciclado del Minrex, uno que ya casi nadie compra.
La gente no se aguantó. “¿Y por qué no te preocupas por lo que sufren los cubanos en la isla?”, respondió una usuaria. Otro, desde Cuba, fue todavía más frontal: “El miedo de ellos es que los deporten para compartir con nosotros esta pesadilla que ustedes imponen.”
Las críticas siguieron subiendo de tono. Muchos recordaron que en Cuba se vigila, se reprime y se castiga a quien protesta. “A ver, Brunito, ¿acaso en Cuba no persiguen a los que protestan? Tú nada más tienes ojos para USA”, escribió otra internauta. Ese comentario resume el sentir general: el canciller habla de miedo en Estados Unidos mientras ignora el miedo que su propio gobierno siembra todos los días.
Las declaraciones de Rodríguez llegan en un momento en el que miles de cubanos están atrapados en el limbo migratorio. La administración de Donald Trump detuvo procesos de asilo, residencia y ciudadanía para personas de 19 países, incluido Cuba, bajo el paraguas de una revisión de “seguridad nacional”. Desde entonces, hay entrevistas canceladas, ceremonias suspendidas y un cuello de botella que deja a la comunidad cubana sin respuestas y sin horizonte.
A eso se suma el nuevo via crucis bancario. Cubanos en EE.UU. han comenzado a recibir advertencias de Bank of America alertando que sus cuentas podrían ser congeladas si no actualizan su estatus migratorio. Algunos ya se quedaron sin acceso a su propio dinero. “El banco me congeló la cuenta directamente… no pude sacar ni un dólar”, contó un migrante a Univision.
El IRS ha recordado que ignorar avisos de deudas puede terminar en embargos inmediatos de cuentas y salarios. Y para rematar, un informe del Proyecto de Datos de Deportación de la Universidad de California en Berkeley reveló que más de 75,000 arrestados por ICE este año no tenían antecedentes penales. Otra contradicción al discurso de que solo persiguen a criminales peligrosos.
En medio de todo eso, las palabras de Bruno suenan más a maniobra política que a preocupación humana. Habla del miedo en Estados Unidos, pero no menciona el miedo que fabrican ellos. Habla de cuentas congeladas, pero no del país que la gente abandona porque vive congelado en crisis, represión y miseria.
Para muchos cubanos, sus declaraciones solo confirman lo de siempre: el gobierno no quiere reconocer su responsabilidad en el éxodo masivo. Y como escribió un usuario, con la simpleza que desmonta todo el discurso oficial: “Lo primero es analizar quiénes los obligaron a emigrar.”







