¡Escándalo en La Habana! Turista paga 6.000 CUP por un paseo de minutos en bicitaxi

Redacción

Si algo demuestra Cuba día tras día es que siempre tiene una sorpresa guardada… pero no siempre es buena. Esta vez, el protagonista fue un turista italiano que terminó pagando 6.000 CUP por un simple viajecito en bicitaxi en La Habana Vieja. Sí, seis mil. Y no, no había oro debajo del asiento.

Todo comenzó como empiezan muchas historias de viaje: con la ingenuidad del visitante que solo busca llegar a su destino sin complicarse. Según contó en un video publicado por Cubanet, el italiano aceptó subirse al bicitaxi luego de que dos hombres lo convencieran. Era de noche, La Habana Vieja estaba a oscuras —cosa nada rara en la Cuba actual— y el hombre solo quería avanzar un par de cuadras. El precio acordado era uno… el precio final fue otro muy distinto.

Cuando el bicitaxista y su acompañante lo dejaron en el destino, le soltaron la bomba: 6.000 pesos cubanos. El pobre turista quedó con cara de emoji sorprendido. “Me han engañado, me han estafado”, repetía, sin poder creer cómo había caído en semejante trampa. En su mezcla de español e italiano, contó que los estafadores se dieron cuenta de inmediato de que era extranjero y, claro, sacaron la calculadora mental: “turista = venta premium”.

El incidente se suma a la larga lista de quejas que empañan la experiencia turística en la isla. Un sector turístico que ya anda tambaleando por la devaluación brutal del peso cubano, la falta de servicios, la inseguridad y la desesperación económica que hace que algunos vean a los visitantes como una mina ambulante.

Y ojo: 6.000 CUP hoy apenas son unos 12 euros, pero para el cubano promedio eso equivale a casi medio salario mensual. El problema no es el número exacto, sino el descaro. El abuso. El susto. Incluso el turista confesó estar preocupado porque su mamá en Italia “tenía miedo” al escuchar del incidente. Y quién no.

Los bicitaxis, por cierto, no son nuevos en Cuba. Surgieron en el Período Especial de los 90, cuando la crisis dejó al transporte público en coma y había que inventar con bicicletas chinas y piezas recicladas. Eran una alternativa útil, flexible, barata… pero como casi todo en Cuba, con los años se han convertido en terreno fértil para abusos, precios inventados y “inventos” que espantan más turistas que los que atraen.

Y hablando de turistas… la cosa está fea. Muy fea.

Según datos recientes, Cuba recibió en los primeros diez meses de 2025 un 14.4% menos de visitantes que el año anterior. Eso significa casi 358 mil turistas menos caminando por las calles de La Habana, Varadero o Trinidad. Octubre, para rematar, fue el peor mes desde la reapertura de fronteras en 2022.

Los grandes emisores como Rusia, España y Canadá también han bajado notablemente sus cifras, y la comunidad cubana en el exterior tampoco está viajando como antes. Entre crisis económica, apagones interminables, tensiones políticas, y hasta alertas por arbovirosis (dengue, zika, chikungunya), la isla vive un cóctel que espanta a cualquiera.

En resumen: el paseo del italiano no fue solo un mal rato personal. Es un síntoma de algo más profundo. Un país donde la desesperación hace que algunos expriman al turista hasta el último centavo… aunque eso termine dañando aún más el ya golpeado turismo cubano.

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