Un fuerte accidente de tránsito volvió a sacudir este jueves el malecón habanero, dejando varios heridos, entre ellos una niña, según reportes y fotos que circulan en redes sociales.
El siniestro ocurrió cerca de la embajada de Estados Unidos, en un tramo de la avenida donde el tráfico es pesado y donde, según vecinos y testigos, las normas de tránsito son más una sugerencia que una obligación. Las imágenes compartidas por Alexander Ríos Cruz en Facebook muestran los restos de un choque que, al parecer, involucró a una camioneta taxi que embistió por detrás a un automóvil más pequeño, dejando la parte trasera del vehículo severamente dañada.
Aunque todavía no se han confirmado oficialmente los detalles ni la gravedad de los heridos, la preocupación ciudadana es evidente. “Pronta recuperación para todos, en especial la niña”, escribió un usuario, reflejando la inquietud general de quienes siguieron el caso en redes.
El hermetismo estatal habitual en accidentes de este tipo obliga a los ciudadanos a reconstruir los hechos por su cuenta. Comentarios de testigos destacan la imprudencia como factor principal: “No guardar la distancia, invasión de sendas, adelantamientos violentos, exceso de velocidad… en esa vía hay de todo”, lamentó un internauta. Otro se mostró indignado: “Todos los días paso por ahí y hoy lamentamos pérdidas humanas por la irresponsabilidad de algunos choferes. ¿Hasta cuándo?”
La reacción en redes mezcla alarma con resignación. Muchos critican la temeridad al volante y la falta de control estatal: “Es una LOCURA lo que hay generalizada”, “Es que los carros pasan volando, hasta cruzar la calle es un riesgo”, escribieron. La sensación general es de impotencia ante un problema que se repite sin solución.
El accidente del malecón no es un hecho aislado. El 2025 se perfila como un año negro para la seguridad vial en Cuba, con un aumento alarmante de choques, atropellos y vuelcos. Los expertos y testigos coinciden: el deterioro del parque automotor, la mala señalización, la falta de iluminación y la ausencia de sanciones reales para los infractores son la receta perfecta para tragedias continuas. A esto se suma una conducción cada vez más temeraria, producto del estrés social, la escasez de transporte y la impunidad.
Como resumió con amargura una internauta: “En Cuba siempre hay tráfico… y siempre hay accidentes”.
Hasta el momento, las autoridades no han dado más información sobre el estado de los heridos ni sobre posibles medidas para evitar que tragedias como esta se repitan.
