Andrew Morales, un cubano que en redes ya conocen como “El Tarzán cubano”, se ha robado el show en Florida tras publicar un video donde captura con sus propias manos una iguana gigante en el sur del estado. El clip no tardó en volverse viral y corrió como pólvora gracias a la popular página Only in Dade.
Según contó el propio Morales, el reptil medía alrededor de seis pies de largo y pesaba unas 17 libras, dimensiones que, asegura, superan cualquier registro local que él haya visto. En el video se le ve trepando árboles, corriendo por canales y lanzándose sin miedo, como si estuviera en plena selva y no en un vecindario del sur de Florida.
La historia detrás del personaje no es menos curiosa. Morales explica que todo comenzó cuando era niño y una iguana le mordió un dedo. En lugar de cogerle terror, decidió enfrentarlas. Con el tiempo, el reto fue creciendo y hoy esa habilidad se ha convertido en una mezcla de deporte extremo, espectáculo y conciencia ambiental.
“Yo no hago esto por likes ni por dinero”, ha dicho en varios videos. “Lo hago porque las iguanas están destruyendo la vegetación y alguien tiene que hacer algo”. Y razón no le falta: la iguana verde es una especie invasora en el sur de Florida, traída desde Centro y Sudamérica, que se reproduce sin control y causa estragos en jardines, estructuras y ecosistemas.
Las normas de la Florida Fish and Wildlife Conservation Commission permiten su captura, aunque prohíben devolverlas vivas al entorno urbano. Morales asegura que actúa dentro de la legalidad y que, además, aprovecha la carne para donarla a personas necesitadas, un detalle que le ha ganado aún más simpatía entre sus seguidores.
Como era de esperar, sus publicaciones han provocado reacciones encontradas. Muchos lo aplauden por su valentía y por ayudar a controlar una plaga real. Otros, incluidos especialistas en fauna silvestre, recuerdan que el manejo de reptiles no es un juego y debe hacerse con conocimientos, cuidado y siguiendo protocolos de sacrificio humanitario.
Morales, sin embargo, defiende su enfoque y asegura que su objetivo va más allá de cazar iguanas. Dice que quiere motivar a las familias a salir, explorar la naturaleza y perderle el miedo al entorno. “La paz no es quedarse encerrado en casa”, escribió recientemente. “Es salir, mirar alrededor, aprender y respetar”.
Con su carisma, energía y estilo sin miedo, Andrew Morales ya se ha convertido en un personaje popular dentro de la comunidad cubanoamericana del sur de la Florida. Para muchos, no es solo el “Tarzán cubano”, sino directamente el Tarzán de Miami.
