ICE arresta a otro cubano en Nueva Orleans con graves antecedentes penales y todo apunta a que terminará deportado

Redacción

La maquinaria migratoria en Estados Unidos sigue en marcha y esta vez vuelve a tener como protagonista a un ciudadano cubano. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) confirmó el arresto en Nueva Orleans de Miguel Alcántara González. La maquinaria migratoria en Estados Unidos sigue en marcha y esta vez vuelve a tener como protagonista a un ciudadano cubano. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) confirmó el arresto en Nueva Orleans de Miguel Alcántara González, un cubano con un amplio historial delictivo, como parte del operativo conocido como Catahoula Crunch.

De acuerdo con el reporte oficial de ICE New Orleans, Alcántara González cuenta con múltiples antecedentes penales que incluyen asalto sexual, introducción de contrabando en prisión, asalto agravado, fraude y un delito relacionado con armas. Una lista larga y preocupante que explica por qué su detención ha sido destacada por las autoridades federales.

Este arresto convierte a Alcántara González en el segundo cubano del que se tiene conocimiento detenido dentro de este operativo específico, lo que ha generado comentarios y preocupación tanto dentro de la comunidad cubana en Estados Unidos como entre otros inmigrantes en la zona.

El primer caso que salió a la luz ocurrió el pasado 5 de diciembre, cuando ICE publicó en la red social X un video del arresto de Jorge Vierra Serrano. La publicación fue acompañada por una frase contundente y polémica: “Otro violador encerrado”, dejando claro el tono con el que las autoridades están comunicando estos operativos.

En las imágenes se observa a agentes federales vestidos de civil conduciendo al cubano esposado y con grilletes en los tobillos, una escena que rápidamente se viralizó en redes sociales. Según la información oficial, Vierra Serrano había sido condenado por violación con uso de la fuerza y robo con allanamiento de morada en el estado de Luisiana.

Tras su arresto, Vierra Serrano se encuentra bajo custodia migratoria y actualmente está siendo procesado para su deportación, un paso que ICE ha reiterado como prioridad en casos que involucran delitos graves.

Catahoula Crunch: el operativo que mantiene a Nueva Orleans en vilo

El operativo Catahoula Crunch, desplegado por ICE en Nueva Orleans, ya ha dejado más de 100 personas detenidas. En apenas la primera semana del operativo impulsado por el gobierno de Donald Trump, agentes federales arrestaron a 111 individuos, según reportó Telemundo citando datos oficiales.

Aunque la cifra es menor si se compara con otros operativos migratorios recientes —como las casi 400 detenciones realizadas en cinco días en Charlotte, Carolina del Norte—, el impacto en Nueva Orleans ha sido notable y profundo.

La ofensiva migratoria ha transformado el paisaje urbano. Calles inusualmente vacías, estacionamientos medio desiertos y la ausencia casi total de trabajadores hispanos en zonas comerciales reflejan el temor que se ha extendido entre las comunidades inmigrantes desde que comenzó el operativo.

La presencia constante de agentes federales, incluidos ICE, la Patrulla Fronteriza y autoridades estatales, ha provocado que miles de residentes prefieran no salir de sus casas. El miedo a ser detenidos, incluso por infracciones menores o simples controles, ha paralizado barrios enteros.

Mientras tanto, los primeros arrestos continúan reportándose tanto en la ciudad como en los suburbios cercanos, alimentando una sensación de incertidumbre que no distingue entre quienes tienen antecedentes penales graves y quienes simplemente intentan ganarse la vida.

El caso de los cubanos arrestados vuelve a poner sobre la mesa un debate incómodo: la diferencia entre perseguir criminales peligrosos y el impacto colateral que estas operaciones generan en comunidades enteras, donde el temor se convierte en rutina diaria.ano con un amplio historial delictivo, como parte del operativo conocido como Catahoula Crunch.

De acuerdo con el reporte oficial de ICE New Orleans, Alcántara González cuenta con múltiples antecedentes penales que incluyen asalto sexual, introducción de contrabando en prisión, asalto agravado, fraude y un delito relacionado con armas. Una lista larga y preocupante que explica por qué su detención ha sido destacada por las autoridades federales.

Este arresto convierte a Alcántara González en el segundo cubano del que se tiene conocimiento detenido dentro de este operativo específico, lo que ha generado comentarios y preocupación tanto dentro de la comunidad cubana en Estados Unidos como entre otros inmigrantes en la zona.

El primer caso que salió a la luz ocurrió el pasado 5 de diciembre, cuando ICE publicó en la red social X un video del arresto de Jorge Vierra Serrano. La publicación fue acompañada por una frase contundente y polémica: “Otro violador encerrado”, dejando claro el tono con el que las autoridades están comunicando estos operativos.

En las imágenes se observa a agentes federales vestidos de civil conduciendo al cubano esposado y con grilletes en los tobillos, una escena que rápidamente se viralizó en redes sociales. Según la información oficial, Vierra Serrano había sido condenado por violación con uso de la fuerza y robo con allanamiento de morada en el estado de Luisiana.

Tras su arresto, Vierra Serrano se encuentra bajo custodia migratoria y actualmente está siendo procesado para su deportación, un paso que ICE ha reiterado como prioridad en casos que involucran delitos graves.

Catahoula Crunch: el operativo que mantiene a Nueva Orleans en vilo

El operativo Catahoula Crunch, desplegado por ICE en Nueva Orleans, ya ha dejado más de 100 personas detenidas. En apenas la primera semana del operativo impulsado por el gobierno de Donald Trump, agentes federales arrestaron a 111 individuos, según reportó Telemundo citando datos oficiales.

Aunque la cifra es menor si se compara con otros operativos migratorios recientes —como las casi 400 detenciones realizadas en cinco días en Charlotte, Carolina del Norte—, el impacto en Nueva Orleans ha sido notable y profundo.

La ofensiva migratoria ha transformado el paisaje urbano. Calles inusualmente vacías, estacionamientos medio desiertos y la ausencia casi total de trabajadores hispanos en zonas comerciales reflejan el temor que se ha extendido entre las comunidades inmigrantes desde que comenzó el operativo.

La presencia constante de agentes federales, incluidos ICE, la Patrulla Fronteriza y autoridades estatales, ha provocado que miles de residentes prefieran no salir de sus casas. El miedo a ser detenidos, incluso por infracciones menores o simples controles, ha paralizado barrios enteros.

Mientras tanto, los primeros arrestos continúan reportándose tanto en la ciudad como en los suburbios cercanos, alimentando una sensación de incertidumbre que no distingue entre quienes tienen antecedentes penales graves y quienes simplemente intentan ganarse la vida.

El caso de los cubanos arrestados vuelve a poner sobre la mesa un debate incómodo: la diferencia entre perseguir criminales peligrosos y el impacto colateral que estas operaciones generan en comunidades enteras, donde el temor se convierte en rutina diaria.

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