«Pensé que moriría aplastada»: Así se vivió el final de la telenovela cubana ayer en el Pabellón Cuba de La Habana

Redacción

La expectativa era grande, pero la realidad volvió a dar un golpe seco. Miles de personas se concentraron este lunes en el Pabellón Cuba para ver en pantalla gigante el capítulo final de la telenovela Regreso al Corazón, y lo que debía ser una fiesta popular terminó convertido en otra postal del desorden crónico que se vive en La Habana.

Desde temprano, las colas se extendieron por varias cuadras. Familias completas, ancianos y niños aguantaron horas bajo el sol con la esperanza de entrar. Muchos no lo lograron. Otros entraron tarde. Y no pocos se fueron molestos, con la sensación de haber sido engañados una vez más.

Aunque al cierre del evento hubo un concierto de Waldo Mendoza, el malestar ya estaba servido. En redes sociales, los comentarios no se hicieron esperar. Una usuaria contó que había reservado con tiempo para celebrar el cumpleaños de su madre y terminó viviendo “una decepción total y una falta de respeto”. Pagar, planificarse y aun así quedar mal parece ser la norma.

Otro asistente criticó duramente la elección del lugar y la falta de control. Señaló que se vendía cerveza en un evento anunciado como familiar, rodeado de niños y personas mayores. Un detalle que dice mucho de la improvisación y la irresponsabilidad con que se organizan este tipo de actividades.

Hubo quienes fueron todavía más directos. “Aquí ya nada funciona bien, ni aunque pagues”, escribió alguien. Otro remató con ironía amarga que el desastre se veía venir “desde el capítulo uno”. Risas nerviosas, sí, pero cargadas de cansancio.

La multitud dejó claro que la telenovela despertó un verdadero fervor popular. Pero también expuso algo más profundo: el hartazgo de una población que ya no tolera la chapucería constante, incluso en los pocos espacios de entretenimiento que le quedan.

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