Muere joven de 15 años en Sancti Spíritus tras varios días ingresado por lesiones graves sufridas en un accidente

Redacción

La muerte de un adolescente de 15 años en el municipio de Yaguajay, provincia de Sancti Spíritus, ha dejado al país con un nudo en la garganta y más preguntas que respuestas. El menor falleció este martes luego de pasar varios días ingresado por lesiones gravísimas sufridas a inicios de diciembre, en un caso que las autoridades califican de accidental, pero que en redes sociales sigue generando dudas y reclamos de transparencia.

Según la versión divulgada por el medio oficial Escambray, el joven murió en el Hospital Pediátrico José Luis Miranda, en Villa Clara, donde recibía tratamiento de hemodiálisis. El doctor Ramón Aquino Lorenzo explicó que el fallecimiento estuvo provocado por un aplastamiento severo de las vísceras abdominales, incluidos los riñones, lo que derivó en una insuficiencia renal irreversible.

Antes de llegar a Villa Clara, el adolescente fue operado en el hospital municipal de Yaguajay y atendido luego en el Hospital Pediátrico José Martí Pérez, en Sancti Spíritus. El traslado a cuidados intensivos con hemodiálisis se produjo apenas el viernes pasado. Pese a los esfuerzos médicos, el joven no logró sobrevivir.

La explicación oficial sostiene que el menor sufrió las lesiones tras caer desde una tapia mientras intentaba coger guayabas, perdiendo el equilibrio y golpeándose contra un tanque de fibrocemento. La Policía aseguró que no se encontraron señales de violencia ni intervención de terceras personas, y reiteró que todo apunta a un accidente.

Sin embargo, la versión estatal no ha logrado cerrar el debate. Desde los primeros días, las redes sociales se llenaron de comentarios cuestionando las circunstancias del hecho. La activista cubana Irma Lidia Broek expresó públicamente su dolor por la muerte del adolescente, identificado como Josué, y denunció la falta de claridad en la información oficial. Señaló que han circulado relatos contradictorios y que personas cercanas a la familia temen que el caso sea más grave de lo que se ha reconocido públicamente.

Broek subrayó que el silencio y las explicaciones parciales solo han aumentado la indignación en la comunidad, donde crece el reclamo de que se investigue a fondo y se informe con transparencia. Ese sentimiento se vio reforzado por un mensaje publicado en redes por alguien que se identificó como familiar del joven, quien pidió a Dios que quien haya causado sufrimiento “también lo sufra”, palabras que muchos interpretaron como una insinuación inquietante.

Desde el inicio, el Hospital Pediátrico José Martí Pérez había salido a desmentir rumores de abuso sexual y afirmó que el paciente se encontraba crítico pero estable, sin signos de agresión. Aun así, la insistencia en cerrar el caso como un simple accidente no ha convencido a una parte importante de la opinión pública, que exige explicaciones más claras y creíbles.

Tras conocerse la muerte del adolescente, las redes se llenaron de mensajes de duelo, imágenes en su memoria y muestras de solidaridad con la familia. Más allá del dolor, queda flotando una sensación amarga: otra tragedia en Cuba donde la versión oficial no logra despejar las dudas, y donde la falta de confianza en las instituciones vuelve a quedar en evidencia.

Desde nuestra redacción, enviamos condolencias a los familiares y amigos del menor, y nos sumamos al reclamo de que este caso sea esclarecido con la seriedad y la transparencia que merece.

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