Salario medio en Cuba sube un dólar tras entrada en vigor de la nueva tasa de cambio flotante anunciada por el Banco Central de Cuba

Redacción

Cuba y su la "dolarización" de la economía que el Gobierno se niega a admitir

El salario medio en Cuba subió apenas un dólar tras la entrada en vigor de la nueva tasa de cambio flotante anunciada por el Banco Central de Cuba. El régimen lo vende como un avance hacia la supuesta “recuperación del peso cubano”, pero en la vida real lo que hace es confirmar el precio que la calle impuso hace años, mientras el bolsillo del trabajador sigue en terapia intensiva.

Con el dólar fijado oficialmente en 410 pesos, el salario medio —6.685,3 CUP— se traduce ahora en 16,30 dólares mensuales. Si se usa el valor real del mercado informal, donde el dólar ronda los 440 pesos, ese ingreso baja a 15,19 dólares. El salario mínimo queda todavía peor parado: 5,12 dólares al cambio oficial y 4,77 al de la calle. Un chiste de mal gusto en cualquier país, una tragedia cotidiana en Cuba.

Las pensiones, que ya estaban por el piso, quedan convertidas en cifras simbólicas. No alcanzan ni para resolver la comida de unos días, mucho menos para medicamentos, transporte o cualquier imprevisto. Pero de eso no se habla en las comparecencias televisivas.

La presidenta del Banco Central, Juana Lilia Delgado, volvió a apelar al libreto gastado. Dijo que todo forma parte de un proceso “gradual y temporal” para reorganizar el mercado cambiario y fortalecer el peso. Sin embargo, el nuevo esquema de tasas no corrige nada, solo maquilla una realidad que el propio gobierno negó durante años.

Las primeras cifras publicadas por el BCC y CADECA colocan el dólar en 410 CUP y el euro en 481,42 CUP, prácticamente calcadas del mercado informal. El dólar en la calle se mueve alrededor de 440 CUP y el euro en 480 CUP. La lectura es clara: el régimen terminó rindiéndose a la economía paralela y la tomó como referencia sin admitirlo abiertamente.

Mientras tanto, la vida del cubano común no mejora ni un ápice. Cada día más productos básicos se venden exclusivamente en dólares o en MLC: aceite, pollo, leche en polvo, detergente, medicamentos e incluso alimentos esenciales. Quien cobra en pesos queda automáticamente fuera del juego. El mensaje es brutal y directo: sin divisas, no hay sobrevivencia.

El economista Javier Pérez Capdevila puso números a lo que todos sienten. Vivir en Cuba cuesta más de 50.000 pesos mensuales, unas ocho veces el salario medio. Solo la canasta básica de alimentos supera los 37.000 CUP, una distancia obscena entre ingresos y gastos que ningún “ajuste cambiario” logra disimular.

“El trabajo en Cuba no sostiene la vida con dignidad”, escribió Pérez, recordando que el salario mínimo no cubre ni una décima parte de lo que necesita una familia promedio. Y no es una opinión política: es pura matemática.

Este 18 de diciembre, el dólar se mantiene en 440 CUP, el euro en 480 CUP y la MLC ronda los 300 CUP. El gobierno intenta proyectar control, pero el pueblo sigue calculando su supervivencia en moneda extranjera.

La tasa flotante no devolvió confianza, no fortaleció el peso y no mejoró los salarios. En Cuba, la realidad sigue siendo la misma: lo que vale, se paga en dólares, y el peso cubano continúa perdiendo valor… y credibilidad.

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