Rubio llama “terrorista” al régimen cubano y lo acusa de arruinar la isla por más de 65 años: “Son incompetentes y destruyeron Cuba”

Redacción

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, lanzó este viernes una de sus críticas más duras contra el régimen cubano, al que calificó sin rodeos como “terrorista”, “incompetente” y responsable directo de la destrucción del país tras más de seis décadas en el poder.

Las declaraciones fueron ofrecidas durante una rueda de prensa en Washington, en respuesta a una pregunta sobre si la actual administración estadounidense desea un cambio de gobierno en Cuba. Rubio dejó claro que esa aspiración no es exclusiva del presidente Donald Trump, sino algo que —según dijo— podría compartir cualquier gobierno que observe la realidad de la isla.

“Creo que a cualquier administración le gustaría ver una situación diferente”, afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense, antes de subrayar que el problema de Cuba va mucho más allá de la ideología. Para Rubio, la raíz del desastre es la incapacidad absoluta del régimen para gobernar.

En palabras citadas por la agencia EFE, el secretario de Estado fue tajante: “Fue un desastre. Es un desastre. No es solo porque sean marxistas y terroristas. Son incompetentes. Son personas incompetentes que destruyeron ese país”. Una frase que conecta directamente con lo que viven a diario millones de cubanos entre apagones, escasez y miseria.

Rubio, político de origen cubano y una de las figuras clave del gabinete de Trump, conoce bien el tema. Nació en Florida, el estado con la mayor comunidad de exiliados cubanos, y es hijo de emigrantes que abandonaron la isla antes de que la revolución consolidara su poder en 1959.

En semanas recientes, el secretario de Estado volvió a colocar a Cuba en el centro del debate regional al asegurar que debilitar al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela podría ser el golpe final contra la dictadura cubana, según reveló un amplio reportaje de The New York Times.

Para Rubio, la alianza entre Caracas y La Habana es el sostén artificial de un sistema que no se mantiene por méritos propios, sino por subsidios, control y represión. Su estrategia pasa por cortar ese respaldo económico y de inteligencia, convencido de que sin Venezuela, el castillo de naipes del castrismo se vendría abajo.

No es una postura nueva. En entrevistas anteriores, Rubio ha sido claro hasta el extremo: “Todo lo que sea malo para una dictadura comunista es algo que apoyo”. Una frase que resume su visión sobre Cuba y que contrasta con décadas de concesiones fallidas hacia un régimen que nunca ha cedido poder ni derechos.

Según exasesores citados por el diario estadounidense, Rubio insistía de forma constante en el Senado y ante diplomáticos internacionales en la necesidad de aislar al régimen de La Habana y romper su dependencia de Caracas, como paso indispensable para provocar un cambio real.

Mientras tanto, en Cuba, el desastre que Rubio describe no necesita traducción. Se vive en las colas, en los apagones, en los hospitales sin recursos y en una población agotada, víctima de un sistema que ya no puede ocultar su fracaso.

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