Un nuevo caso de fraude inmobiliario sacude al sur de la Florida y vuelve a poner el foco en los sofisticados métodos que algunos estafadores utilizan para aprovecharse del sistema hipotecario. Esta semana, la Policía de Miami-Dade arrestó a Learsis Flores Martínez, un cubano de 46 años, acusado de obtener de manera fraudulenta un préstamo hipotecario de más de 300 mil dólares haciéndose pasar por el propietario legítimo de un terreno.
Según informaron agentes de la Oficina del Sheriff del condado de Miami-Dade (MDSO), especializados en delitos organizados, el esquema fue tan simple como audaz. Flores Martínez habría utilizado una licencia de conducir falsa para suplantar la identidad del dueño de un terreno baldío ubicado en Southwest Ranches, una zona donde los precios inmobiliarios no son precisamente bajos.
Con esa documentación falsa en mano, logró avanzar en una operación hipotecaria como si fuera el propietario real del terreno. El resultado: una hipoteca aprobada por 325,000 dólares, obtenida sin levantar sospechas inmediatas.
El arresto se produjo el lunes y, según reportes de la prensa local, el cubano enfrenta cuatro cargos graves: robo mayor en primer grado, fraude organizado, fraude hipotecario y posesión de un permiso de conducir falso. Delitos que, combinados, pueden traducirse en una larga batalla legal y posibles años tras las rejas.
De acuerdo con el informe de arresto, la operación fraudulenta se concretó el 10 de junio de 2024 durante el cierre de la transacción en la compañía Land View Title Service. Fue allí donde Flores Martínez presentó los documentos falsificados y logró que un prestamista privado liberara el dinero de la hipoteca.
Pero el movimiento no terminó en el cheque. Según las autoridades, el acusado dio instrucciones para que Land View Title Service realizara una transferencia bancaria de 294,151 dólares a una cuenta del Chase Bank vinculada a una empresa registrada a nombre del verdadero propietario del terreno. Un detalle que, a simple vista, parecía legitimar la operación.
El problema es que Flores Martínez controlaba esa cuenta. Desde allí, comenzó a mover el dinero a su conveniencia mediante transferencias, pagos a través de Zelle y retiros en efectivo, lo que terminó por levantar banderas rojas cuando el prestamista notó irregularidades.
Ante la sospecha de fraude, el prestamista privado presentó una reclamación ante First American Title Insurance Company, la aseguradora de Land View Title Service. La compañía, a su vez, denunció el caso a la Oficina del Sheriff de Miami-Dade, lo que dio inicio a una investigación formal.
Tras seguir el rastro del dinero y revisar la documentación presentada en la transacción, los detectives lograron identificar al sospechoso. Finalmente, Flores Martínez fue arrestado en su apartamento, ubicado en el suroeste del condado de Miami-Dade.
Actualmente, el acusado se encuentra recluido en el Turner Guilford Knight Correctional Center, una de las cárceles más conocidas del condado. Su fianza fue fijada en 260,000 dólares, una cifra que refleja la gravedad de los cargos que enfrenta y el monto del fraude presuntamente cometido.
El caso vuelve a poner sobre la mesa la vulnerabilidad del sistema ante fraudes bien ejecutados y sirve como recordatorio de que, en el sur de Florida, los delitos inmobiliarios siguen siendo un negocio lucrativo… hasta que la justicia toca la puerta.










