Jardiel regresa a Cuba y lo que encuentra en Marianao da vergüenza ajena

Redacción

Volver a casa casi nunca es como uno lo imagina, y si no que se lo digan a Jardiel González. El humorista cubano regresó esta semana a La Habana y el recibimiento fue cualquier cosa menos festivo. Nada de luces, nada de adornos… lo que encontró en su querido Marianao fue una colección de “arbolitos de Navidad” bastante peculiares: montañas de basura adornadas con jabitas de nylon colgando como si fueran esferas. Y por si fuera poco, con aroma incluido.

Con su estilo directo, irónico y sin filtro, Jardiel no tardó en ponerle nombre a lo que vio. En un video publicado en Facebook, describió la escena con una mezcla de sarcasmo y resignación que ya es marca registrada: jabitas llenas de basura colgando de cualquier cosa, formando lo que él llamó un “arbolito de Navidad hecho con material reciclado, diseñado basurerísticamente”. Humor negro, sí, pero basado en una realidad que no tiene nada de graciosa.

Mientras caminaba por las calles, el comediante dejó claro que esto ya no es “mayamameo”, como él mismo dice. Para Jardiel, la situación ha subido de nivel… pero no precisamente para bien. Basura en cada esquina, calles sucias, abandono total y un olor que se mete en la nariz y no se va. “Se respira peste”, soltó sin anestesia, rematando con una frase que resume perfectamente el sentir de muchos: “Esto rejuvenece, porque es para atrás, no es para alante”.

El contraste entre su humor afilado y la realidad que muestra el video es brutal. Por un lado, Jardiel haciendo lo que mejor sabe: reírse para no llorar. Por el otro, La Habana enseñando una cara cada vez más golpeada por los problemas de saneamiento, la falta de recogida de basura y el deterioro urbano que ya parece normalizado.

En el recorrido, Jardiel no dejó pasar detalles que muchos prefieren ignorar: latas brillando entre los desechos, baches que parecen cráteres, salideros de agua sucia mezclándose con la basura y completando un paisaje que parece sacado de una distopía tropical. Todo eso interactuando con esos “arbolitos” improvisados que, lejos de celebrar algo, reflejan el abandono cotidiano.

Antes de este baño de realidad, el humorista había compartido otro video de su llegada a Cuba procedente de Miami, donde pasó varios meses. Allí mostró una faceta más íntima, lejos de la crítica social, compartiendo momentos familiares que tocaron fibras entre sus seguidores.

En esos videos aparece junto a su ex pareja, la también comediante Cuqui La Mora, y la hija que ambos tienen en común, Lil González. Lo que muchos destacaron fue el ambiente de respeto, complicidad y cariño entre los tres, demostrando que, incluso después de una separación, se puede mantener una relación madura y sana.

En TikTok, Jardiel reforzó esa imagen al mostrar la buena vibra familiar, dejando claro que, aunque la vida los haya llevado por caminos distintos, el afecto y el respeto siguen intactos.

Antes de regresar definitivamente a Cuba, Jardiel también pasó una temporada en España, país del que tiene ciudadanía. Desde allá, compartió con su público detalles de su día a día y comparaciones, siempre con humor, entre la vida europea y su Habana natal. Comparaciones que hoy, viendo esos “arbolitos de Navidad”, duelen un poco más.

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