Frank Abel entregado a ICE: ¿Se viene la deportación a Cuba?

Redacción

Si eres fanático del mundo del entretenimiento cubano, seguro te sorprendió la noticia: Frank Abel Gómez Bernal, el conocido presentador cubano, fue entregado por la policía a ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) tras un arresto en Oklahoma. Lo que comenzó como una simple infracción de tránsito terminó convirtiéndose en una auténtica montaña rusa legal que podría cambiar su vida para siempre.

El arresto se dio el 14 de diciembre por la madrugada, cuando Frank Abel fue detenido por realizar un giro a la izquierda con el semáforo en rojo. Hasta ahí, algo que podría parecer trivial, pero durante la revisión los oficiales descubrieron que conducía con la licencia suspendida y sin seguro vigente. Resultado: una serie de cargos que complican su situación legal y migratoria.

Destino Tolk, el influencer que ha seguido el caso desde el principio, confirmó que ahora Frank Abel está bajo custodia de ICE. “Ahora mismo a Frank Abel lo tiene Inmigración y ya su destino depende de ellos”, aseguró Destino, dejando claro que lo que viene no pinta fácil.

La abogada del presentador tiene apenas un mes para mover cielo y tierra y evitar que Frank Abel sea deportado a Cuba. Su estrategia incluye recopilar documentos sobre cómo ingresó a Estados Unidos y construir un argumento sólido para convencer a un juez de que regresarlo a la isla sería ponerlo en peligro. Según Destino, la situación es delicada: “Hay un 90 por ciento de probabilidades de que a Frank Abel lo deporten”, confesó la letrada sin rodeos.

Durante la detención, Frank Abel mostró nerviosismo y cierta resistencia al arresto, algo comprensible si consideramos que estaba consciente de su estatus migratorio frágil. Los cargos formales incluyen giro indebido, conducir con licencia suspendida, circular sin seguro y resistencia al arresto. Un combo que, en Estados Unidos, puede activar procesos federales de inmigración rápidamente.

Frank Abel, de 46 años, emigró a Estados Unidos en 2022 con pasaporte oficial, pero no ha logrado regularizar su estatus migratorio, permaneciendo bajo una forma de libertad supervisada conocida como I-220A. Esta situación lo convierte en un blanco fácil para las autoridades cuando surgen problemas legales, aunque sean menores.

Mientras su defensa corre contra el reloj, Frank Abel permanece bajo custodia de ICE, sin garantías de enfrentar su caso en libertad. Su destino depende ahora del sistema migratorio estadounidense, que podría incluso deportarlo a un tercer país, aunque todo apunta a que La Habana podría aceptarlo si finalmente se concreta la deportación.

La comunidad cubana en Estados Unidos y personas cercanas al presentador han expresado su solidaridad, pero la realidad es dura: cada día que pasa, el futuro de Frank Abel pende de un hilo.

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