El humorista y filántropo cubano Limay Blanco se pronunció en redes sociales tras recibir un comentario que lo calificaba de “injusto”. En un video compartido por él mismo, el comediante y líder del ministerio cristiano Cristo Cambia Vidas expresó su dolor por la acusación y reflexionó sobre el tiempo y esfuerzo que dedica a la obra social que realiza en Cuba.
“‘Injusto’, acabo de bloquear un perfil falso que sé que alguien creó… yo cuando prometo cumplo, trato de cumplir, pero me dijeron injusto. ¿Sabes con quién soy injusto? Con mi familia, porque le he dedicado más tiempo al ministerio y a las ayudas que a ellos. Eso sí es ser injusto”, explicó Limay Blanco, dejando claro que su trabajo social muchas veces sacrifica su vida personal.
El comediante relató un caso reciente de un niño que necesita vivienda. Aunque apenas se han recaudado cinco dólares para la casa, Limay aseguró: “En el nombre de Jesús ese niño va a tener su casita”. Recordó que maneja decenas de solicitudes de familias con niños en condiciones precarias y que recibir comentarios acusándolo de injusto le dolió profundamente.
Limay compartió también la rutina que lo mantiene ocupado: “Son las diez de la mañana y ya estoy preparando audios y actividades. Pero al leer ese mensaje que me llama injusto, me chocó y bloqueé el perfil”. Incluso mostró el estado del techo de su vivienda y comentó: “Soy comediante, humorista, llevo seis años en esto, y mírenme… más tiempo dedico a tu vida que a la mía”.
El humorista confesó que a veces siente ganas de detenerse y priorizar su familia. Explicó que la vivienda del niño sería la número 50 entregada por su ministerio y que podría ser la última. “Cuando se entregue la casa, es posible que la mamá critique, y eso está bien, no espero recompensa, pero me duele. Luego me dedicaré a mi familia, iglesia y trabajo”, agregó.
Limay Blanco también aprovechó para recordar un sorteo de una silla de ruedas eléctrica y pidió apoyo para completar la compra de la casa del niño: “Si ves el video y puedes donar un dólar, ayúdame a terminar con el tema de la casa, porque sí, soy injusto”, dijo entre risas y sinceridad.
La publicación generó cientos de mensajes de apoyo en Facebook e Instagram. Usuarios destacaron su labor solidaria y lo animaron a mantener la fe y la constancia: “Tu corazón con Dios, conciencia tranquila. Nadie tiene obligación de ayudar, pero tú lo haces”, escribió uno. Otros recordaron que debe cuidar también de su familia, porque “la vida pasa factura”.
A pesar de críticas puntuales, Limay Blanco sigue marcando la diferencia en la vida de cientos de cubanos. Con casas, comedores, medicinas y donaciones, su ministerio muestra que la solidaridad y el compromiso pueden transformar vidas, incluso en contextos de precariedad habitacional y escasez.







