La noticia cayó como bomba entre los vecinos de Santiago de Cuba: dos hombres fueron arrestados mientras sacrificaban ilegalmente ganado en una vivienda. Lo que empezó como una simple denuncia vecinal terminó dejando al descubierto la tensión entre la escasez de alimentos y la actuación policial en la isla.
Según el perfil oficialista Héroes del Moncada, el operativo tuvo lugar en la Calle Laguna Final, en la localidad de Flores, municipio Santiago de Cuba. Los vecinos alertaron a las autoridades sobre lo que consideraban “una actividad delictiva” y, en cuestión de minutos, la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) apareció en escena.
Los detenidos, identificados solo como Antonio y Ricardo, fueron sorprendidos con dos reses ya sacrificadas. Además, la policía incautó la carne y algunas herramientas utilizadas durante la operación. Hasta aquí, todo según el reporte oficialista, que no ofreció detalles sobre apellidos, posibles cómplices, ni el destino de la carne ni de los detenidos.
Como era de esperarse, la publicación en Facebook generó una avalancha de comentarios. Muchos cubanos aprovecharon para criticar la crisis alimentaria y la aparente selectividad de la policía. “Véndale carne al pueblo o dejen que el pueblo pueda vender su carne a quien quiera y fin del problema”, opinó un usuario. Otro escribió con sarcasmo: “Al menos es carne de la buena, no de perro ni gato”.
Los internautas también señalaron que la “chivatería” en los barrios jugó un papel clave en la captura. “Por eso Cuba no prospera”, escribió un comentario. Otros cuestionaron que la policía actúe tan rápido en casos de sacrificio de ganado, mientras que robos o feminicidios quedan muchas veces sin respuesta.
Este no es un caso aislado. Recientemente, en Niceto Pérez, provincia de Guantánamo, se detuvo a siete personas acusadas de formar parte de una red dedicada al hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor. Entre los hallazgos, algunos sospechosos transportaban carne de animales sacrificados, mientras otros fueron sorprendidos descuartizando un equino en Burenes.
Mientras los medios oficiales presentan estos operativos como “golpes al delito”, muchos cubanos denuncian que el verdadero problema es la crisis económica y alimentaria que atraviesa el país. Acceder a un pedazo de carne se ha convertido en un lujo, y casos como estos solo reflejan la tensión que genera la escasez.
En fin, lo que debería ser una historia sobre un delito menor se transforma en un espejo de la vida diaria en Cuba: hambre, restricciones y una policía que, según muchos, prioriza lo visible en lugar de lo urgente.
