La Embajada de Estados Unidos en Cuba envió este 24 de diciembre un mensaje de Nochebuena dirigido a los cubanos, estén donde estén. Un gesto sencillo, pero cargado de simbolismo, en un país donde los buenos deseos suelen chocar de frente con la dura realidad cotidiana.
“Nuestros pensamientos están con el pueblo cubano”, expresó la sede diplomática en su cuenta oficial de X, acompañando el saludo con un deseo claro: un futuro con más oportunidades, bienestar y dignidad para todos. Palabras que, aunque breves, dicen más que muchos discursos oficiales pronunciados desde La Habana.
El mensaje llega en uno de los momentos más complejos que vive la isla en décadas. La escasez de alimentos aprieta, los apagones se han convertido en parte del paisaje diario y el éxodo no da señales de freno. Cada día más cubanos hacen maletas, no por gusto, sino por puro instinto de supervivencia, mientras el régimen insiste en vender normalidad desde la televisión nacional.
En ese contexto, el saludo fue recibido por muchos usuarios como un gesto de cercanía y humanidad. No soluciona los problemas, claro está, pero contrasta con el silencio, la propaganda vacía y las consignas recicladas que el poder repite sin ofrecer respuestas reales.
Para no pocos cubanos, el mensaje resonó como un recordatorio incómodo: afuera se habla de dignidad y oportunidades, mientras dentro del país el gobierno sigue administrando escasez, control y frustración. En la Nochebuena, cuando se supone que haya esperanza, la diferencia entre el discurso oficial y la vida real se siente más fuerte que nunca.
