Compró una casa en Cuba por 4.000 dólares y le dijeron loca: así luce hoy

Redacción

Comprar una casa en Cuba hoy en día puede sonar a locura… o a acto de fe. Pero para una joven cubana, esa “locura” terminó convirtiéndose en uno de los logros más importantes de su vida. Y no, no estamos hablando de una mansión ni de un milagro inmobiliario: se trata de una vivienda comprada por 4.000 dólares, algo que ya de por sí ha levantado cejas dentro y fuera de la isla.

La protagonista de esta historia es Yaneisy, conocida en TikTok como @yaneisycanta_98, quien decidió compartir su experiencia en redes sociales sin imaginar la avalancha de reacciones que provocaría. En uno de sus videos, la joven cuenta sin rodeos que compró una casa en Cuba por ese precio, aun sabiendo que el inmueble no estaba listo para mudarse y que requería bastante trabajo.

Según explica, la vivienda no tenía las condiciones mínimas para vivir cómodamente, por lo que decidió invertir un poco más de dinero en arreglos esenciales. “Le hice una cocina nueva y le puse piso”, comenta en el video, mientras muestra imágenes del antes y el después. Y es ahí donde comenzaron las críticas.

“No es un secreto la crisis que hay en este país”, reconoce Yaneisy, quien asegura que muchas personas le han dicho que está loca por invertir dinero en Cuba. Entre apagones, inflación y una economía asfixiada, para muchos no tiene sentido poner un solo dólar en una propiedad dentro de la isla.

Sin embargo, cuando muestra los detalles de la casa, la historia toma otro matiz. La vivienda cuenta con tres cuartos, sala, cocina, baño y un patio amplio, con árboles frutales y hasta un pozo de agua salobre. No es perfecta, pero tiene algo que hoy vale oro en Cuba: espacio y potencial.

Aunque todavía no se ha mudado, Yaneisy continúa poco a poco con los arreglos. La cocina ya está lista, que era su prioridad principal, y ahora solo le quedan detalles como pintar y terminar algunos retoques. Nada lujoso, pero sí funcional.

Lo más llamativo de su testimonio llega cuando habla de sacrificios personales. “Este año no voy a estrenar ropa nueva”, confiesa sin drama, “pero voy a estar estrenando mi propia casa a los 27 años”. Una frase que para muchos resume el espíritu de una generación que, con lo poco que tiene, intenta construir algo propio en medio del caos.

En su publicación, la joven también pone sobre la mesa un tema incómodo: el precio real de las viviendas en Cuba. Mientras algunas casas se venden por 30.000, 50.000 o incluso 100.000 dólares, la mayoría de los cubanos apenas sobreviven con salarios estatales que no alcanzan ni para comer.

Como era de esperar, los comentarios se dividieron. Algunos la aplauden por su valentía, su visión y su esfuerzo; otros la critican duramente y aseguran que invertir en Cuba es tirar el dinero por el tragante. Pero más allá de las opiniones, su historia refleja una realidad muy cubana: la necesidad de crear un refugio propio, aunque el contexto sea adverso.

Al final, más que una casa de 4.000 dólares, lo que Yaneisy compró fue una apuesta por su futuro… dentro de una isla donde soñar sigue siendo un acto de resistencia.

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