“Abajo Díaz-Canel asesino”: los muros de Guanabacoa hablan por una Cuba harta de hambre, escasez, apagones y falta de libertades

Redacción

Las paredes también hablan, y en Guanabacoa lo hicieron alto y claro. Este viernes aparecieron carteles con mensajes como “Abajo Díaz-Canel asesino” y “Libertad Cuba” en fachadas de varias viviendas del municipio habanero, según muestran imágenes que comenzaron a circular en redes sociales desde las primeras horas del día.

Las pintadas quedaron registradas en un breve video publicado en Facebook por el usuario José Díaz Silva. En las imágenes se observan consignas escritas directamente sobre muros de casas en zonas como San Antonio y en los alrededores de Versailles, muy cerca de la plaza de Guanabacoa, un área tradicionalmente vigilada por las autoridades.

De acuerdo con el testimonio difundido, los mensajes aparecieron en la mañana de este viernes 26 de diciembre y no dejan espacio a la interpretación. Son frases frontales, sin eufemismos, dirigidas contra Miguel Díaz-Canel y contra el sistema que encabeza, incluyendo llamados explícitos como “Salvar a Cuba”, una consigna que resume el sentir de muchos.

Hasta ahora, el régimen no ha ofrecido ninguna información oficial sobre la autoría de estas acciones ni sobre posibles operativos policiales relacionados con los hechos. El silencio institucional, habitual en estos casos, contrasta con la rapidez con la que suelen actuar cuando se trata de reprimir cualquier gesto de inconformidad.

Tampoco se ha aclarado si las pintadas fueron borradas tras su aparición, aunque en experiencias anteriores este tipo de mensajes suele desaparecer tan rápido como llegan las patrullas, las brochas y el miedo impuesto por el Estado.

La aparición de estas consignas no ocurre en el vacío. Se da en medio de un creciente malestar social, marcado por apagones interminables, una crisis económica asfixiante y el deterioro acelerado de las condiciones de vida. La gente está cansada, y cuando el hambre aprieta y la luz no llega, el miedo empieza a aflojar.

En un país donde protestar puede costar cárcel, golpizas o el destierro, escribir un mensaje en una pared se convierte en un acto de desafío. No son simples grafitis: son señales de ruptura, expresiones visibles de una inconformidad que ya no cabe en el silencio forzado que el régimen intenta mantener a toda costa.

Guanabacoa amaneció con las paredes marcadas, pero el mensaje va mucho más allá del barrio. Es el reflejo de una Cuba que, pese a la represión, sigue buscando cómo decir basta. Y cada pared que habla deja más claro que el descontento ya no se puede borrar tan fácilmente con pintura.

Habilitar notificaciones OK Más adelante