Hay guerras que no aparecen en los titulares, que no se luchan en grandes escenarios ni en los pasillos de los hospitales de lujo. Hay batallas que se pelean entre paredes humildes, entre camas, pañales y lágrimas silenciosas. Así transcurre la vida de Luvis Paddy Lavin, una mujer de 37 años y madre de cuatro niños: un adolescente de 14, una niña de 11, un niño de 7 y el más pequeño, de apenas 6 años.
A Luvis le diagnosticaron cáncer, y la enfermedad avanzó hasta dejarla casi sin movilidad. Ya no puede caminar ni valerse por sí misma, pero cuando le preguntaron qué necesitaba, no pidió dinero, ni comida, ni lujos. Solo pidió una silla de ruedas.
La buena noticia: la silla ya está conseguida. La urgencia ahora es enviar el dinero para que llegue a sus manos en Cuba cuanto antes. Pero quienes conocemos su historia sabemos que una madre en estas condiciones necesita más que un objeto: necesita apoyo, solidaridad y un respiro de esperanza para cerrar el año.
Luvis es de esas mujeres que no se rinden. Los que la conocen cuentan que su espíritu sigue en pie, a pesar de la adversidad diaria. Cada bajada de guagua, cada comida, cada sonrisa para sus hijos es un acto de resistencia. Su familia y personas de buen corazón han estado a su lado, pero la ayuda todavía no es suficiente.
Por eso hoy hacemos un llamado a todos los que puedan tender una mano. Se están recogiendo ropitas para sus hijos y apoyo económico para cubrir el envío de la silla de ruedas y otras necesidades básicas de la familia. Cada contribución será documentada con fotos, videos y comprobantes, como siempre se ha hecho.
Si algún trabajador social está leyendo esto, aquí tienen toda su información para poder acercarse y colaborar:
En Cuba:
Dirección: Cristina 410 / Phinney y Progreso, Cárdenas, Matanzas
Tarjeta CUP a nombre de Luvis: 9238-1299-7890-7030
Teléfono (a confirmar): 58349966
Desde el exterior:
Zelle: +1 (313) 702-1922 — Kiryat Silva
Zelle: +1 (786) 992-5095 — Christian Arbolaez
Este caso estará activo solo por 2 días, luego la información será retirada. Cada gesto cuenta, cada aporte es un poco de alivio para una madre que lo ha dado todo y que ahora necesita que la comunidad le devuelva un pedacito de esperanza.







