Régimen presume de la conversión de contenedores marítimos en viviendas como un «milagro de la innovación» en Cuba

Redacción

La prensa oficialista cubana volvió a sacar pecho esta semana al presentar como “innovación” un proyecto para construir viviendas a partir de contenedores metálicos reutilizados, una iniciativa que, más que solución, deja al descubierto la profundidad del colapso habitacional en la Isla.

El plan se vende como alternativa frente al déficit crónico de viviendas, la escasez de cemento y combustible, y los daños acumulados tras ciclones como Melissa. En la práctica, confirma que el régimen ya no construye casas: improvisa refugios con lo que aparece.

Según el diario Granma, en Villa Clara la Empresa Electromecánica del Ministerio de la Construcción avanza en la fabricación de 20 viviendas de este tipo, con el 90 % de los recursos supuestamente asegurados. La distribución quedaría en manos del Gobierno provincial, el mismo que lleva años sin dar respuesta real a miles de familias hacinadas o viviendo entre escombros.

El director de la entidad, Justo Rodríguez Gattorno, reconoció que el ritmo de ejecución depende de la disponibilidad de materiales, aunque intentó presentar el proyecto como una muestra de “versatilidad” del colectivo. Una palabra elegante para describir la falta de opciones reales.

Por su parte, la especialista Aracelys Machado Hurtado aseguró que la reconversión de los contenedores requiere ingeniería y soldadura “de precisión” para garantizar habitabilidad, seguridad y confort. Según su versión, los contenedores industriales se transforman en espacios residenciales “totalmente equipados”, aunque sin entrar en detalles sobre costos, durabilidad o condiciones reales de vida dentro de una caja de metal.

En el mismo reporte, una residente de Santa Clara afirmó que cualquier solución “nueva y bien hecha” es bienvenida si acelera la respuesta a quienes esperan por una vivienda. Una opinión comprensible en un país donde la desesperación ha reemplazado a la esperanza.

La cobertura oficial también se trasladó a Matanzas, donde el presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo Hernández, apareció rodeado de cuadros del Partido y el Gobierno provincial para “chequear” el avance de las llamadas viviendas contenedores. Lazo reconoció que la vivienda es uno de los problemas más graves del país, aunque volvió a culpar a la falta de cemento, el déficit de combustible y los ciclones, evitando mencionar décadas de mala gestión.

En ese contexto, el coordinador gubernamental Idhovaldo Díaz Martínez anunció que, “en saludo al Triunfo de la Revolución”, se inaugurarán las primeras tres viviendas de este tipo en un barrio “en transformación” del consejo popular Pueblo Nuevo. El simbolismo político vuelve a pesar más que la dignidad de las familias.

Según el reporte, cada unidad tendrá apenas 27 metros cuadrados, y se prevé entregar siete viviendas en la primera quincena de enero a familias necesitadas. La nota oficial habla de normas de seguridad y uso de materiales reciclados, pero omite datos clave como el costo por vivienda, el tiempo real de ejecución, la vida útil del contenedor o los criterios para elegir a los beneficiarios.

Expertos citados por la propia prensa reconocen que estas estructuras llevarán una cubierta para protegerlas de la humedad y servir de aislante térmico. Aun así, admiten que seguirán siendo extremadamente calientes en verano, una obviedad en un país donde el calor es brutal y la electricidad escasea.

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