Así funcionará la venta de dólares y euros en las CADECAS a partir del 2026

Redacción

CADECA anuncia que trabaja para ofrecer "facilidades" a los cubanos que vayan a viajar y necesiten comprar divisas

En 2026, la venta de divisas en Cuba seguirá siendo un dolor de cabeza para la mayoría de los ciudadanos. CADECA combina la nueva tasa flotante —alrededor de 409‑417 CUP por dólar y unos 491 CUP por euro— con una red de oficinas ampliada y turnos obligatorios por MiTurno en Transfermóvil, pero el acceso sigue siendo racionado y fuera del alcance de la mayoría de los salarios.

Desde el 18 de diciembre de 2025 funciona el llamado “mercado cambiario transformado”, con un tercer segmento de tasa flotante que el Banco Central publica diariamente. Para fin de año, los precios oficiales aún están por debajo del mercado informal, pero muy por encima de los 120 CUP de antaño.

Para intentar mejorar la logística, se sumaron 20 nuevas sucursales de CADECA en provincias como La Habana, Matanzas, Villa Clara, Camagüey, Santiago, Guantánamo, Pinar del Río, Mayabeque, Artemisa y Sancti Spíritus. La expansión será gradual y “controlada”, según las autoridades, que prometen abrir más oficinas según la disponibilidad de divisas.

El acceso sigue concentrado en MiTurno dentro de Transfermóvil, con reserva de turno desde el móvil por 10 CUP. La app permite gestionar varias citas, pero muchos usuarios llevan meses esperando y, cuando finalmente les toca, los precios imposibles obligan a resignarse a comprar menos de lo necesario. Comprar 100 USD a más de 400 CUP por dólar significa superar los 40 000 CUP, cifra inalcanzable para la mayoría de los salarios cubanos.

En la práctica, aunque la combinación de más oficinas y turnos digitales reduce las colas físicas, el verdadero cuello de botella sigue siendo la escasez de divisas y la desconexión entre salario y tipo de cambio. La proyección para 2026 indica que este esquema se mantendrá: tasa flotante cercana al mercado informal, cupos limitados, turnos digitales obligatorios y expansión paulatina de oficinas.

Por ahora, no hay señales de unificación de tipos de cambio ni de rebaja significativa. El objetivo del diseño sigue siendo claro: atraer divisas al sistema formal sin desmontar de golpe el diferencial con el mercado callejero, dejando a los cubanos con más opciones digitales que reales.

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