“Me compré mi casa al año y cuatro meses de haber llegado”. Con esa frase tan directa, una cubana en España logró captar la atención de miles de personas en redes sociales y convertirse en inspiración para muchos emigrantes que aún están dando sus primeros pasos fuera de Cuba. Su historia no habla de suerte repentina, sino de sacrificio, miedo y mucha perseverancia.
La protagonista de este testimonio es una joven cubana que, a través de TikTok, decidió contar lo que pocas veces se dice: no solo cómo logró comprar su casa, sino cómo fue la vida después de cumplir ese sueño. En su cuenta @laurensgonzalez96, explicó que aunque muchos la conocieron por ese logro, casi nadie sabía lo difícil que fue el camino que vino después.
“Me compré mi casa al año y cuatro meses de haber llegado aquí a España”, recordó al inicio del video. Contó que pasó meses respondiendo preguntas sobre el proceso, los papeles y los trámites, pero que siempre dejó fuera una parte importante: el impacto real que tuvo esa decisión en su día a día y en su estabilidad económica.
Antes de que apareciera la oportunidad de comprar la vivienda, ella y su esposo vivían un momento de tranquilidad. Ambos ya estaban regularizados, tenían trabajo y sentían que las cosas comenzaban a mejorar. Sin embargo, todo cambió cuando surgió la posibilidad de comprar la casa, una decisión que implicaba asumir un riesgo enorme.
Según explicó, adquirir la vivienda significó gastar absolutamente todos sus ahorros. Entre pagos de documentos, trámites y la compra en sí, se quedaron prácticamente sin nada. “Nos quedamos sin ningún ahorro”, confesó. Durante diez meses vivieron una etapa muy dura, en la que al llegar el día cinco del mes apenas les quedaban 50 euros para sobrevivir.
Fueron diez meses de lágrimas, estrés y mucha presión. Con dos niños pequeños y recursos limitados, la sensación de estar atrapada fue constante. Aun así, nunca dejó de repetir que todo logro importante lleva consigo un sacrificio igual de grande.
La ayuda de la familia y pequeños ingresos extras fueron claves para salir adelante en ese período. “Me sentía hundida”, admitió, pero siguió empujando, convencida de que el esfuerzo valdría la pena más adelante.
A pesar de todo, la cubana dejó claro que no se arrepiente. Para ella, empezar de cero forma parte del proceso migratorio. Llegó a España sin nada, logró tener un poco, volvió a quedarse sin nada, pero esta vez no fue para seguir pagando renta, sino para asegurar el techo propio de su familia.
Su mensaje final fue directo y sincero: “Si tienes miedo, dale paso. No pasa nada que te quedes sin dinero, al final todo llega”. Una frase que resonó entre muchos cubanos que viven situaciones similares y que aún dudan en tomar decisiones importantes.
El video se llenó rápidamente de comentarios de apoyo y felicitaciones. Otros emigrantes cubanos en España compartieron experiencias similares, aunque algunos recordaron que no todos logran estabilizarse tan rápido y que cada proceso es distinto.
Historias como esta se suman a las de otros cubanos que han conseguido comprar vivienda en España. Recientemente, la creadora de contenido Anita Mateu contó que logró adquirir su primera casa en Galicia tres años después de emigrar, tras visitar bancos, organizar sus finanzas y planificar cada paso con cuidado.
