Lo que debía ser un viaje más por carretera terminó en tragedia para una familia de Taguasco. Un accidente en la Autopista Nacional dejó cinco fallecidos, entre ellos un padre y su hijo. La noticia ha dejado destrozada a toda una comunidad.
El pasado viernes, la carretera volvió a cobrarse lo que no puede devolverse: vidas. En el kilómetro 277 de la Autopista Nacional, cerca de Villa Clara, ocurrió un accidente fatal que ha estremecido a Cuba entera, pero sobre todo al pueblo espirituano de Taguasco. Allí eran conocidos, queridos y respetados José Antonio Rodríguez Lorenzo —“Pepito” para los suyos— y su hijo Maels Rodríguez Sánchez, de apenas 22 años. Padre e hijo viajaban juntos en un Peugeot 405. Nunca llegaron a su destino.
Un golpe demasiado duro para una comunidad unida
El siniestro involucró a dos vehículos: el Peugeot donde iba Pepito con su hijo y un Geely MK. La escena fue devastadora. Cinco personas perdieron la vida, otras resultaron gravemente heridas. Entre los lesionados también hay dos vecinos de Taguasco: Yosvanis Crespo Benítez y Yoegnis Granado Fernández, quienes viajaban con Pepito y Maels.
En cuestión de segundos, el pueblo perdió no solo a dos seres humanos valiosos, sino también a pilares de su comunidad. José Antonio no era un nombre cualquiera: era un productor agrícola destacado, un hombre entregado al trabajo del campo, al esfuerzo diario, al sacrificio silencioso. Su hijo, joven, con toda la vida por delante, lo acompañaba en ese viaje sin retorno.
Tres hijos de Taguasco entre las víctimas
A la tristeza se sumó otra noticia dolorosa: un tercer fallecido también era del municipio. Raúl Basilio Ysisdro González, conductor del otro vehículo, murió junto a sus acompañantes Karina Sánchez Sánchez (27) y Mario Bárbaro Ramos Díaz (25), ambos de Jatibonico.
El dolor se siente fuerte en Taguasco, en Zaza del Medio, y en cada rincón donde se conocía a las víctimas. Las redes sociales se han llenado de mensajes, condolencias y homenajes, en especial hacia Pepito, cuya entrega al sector agropecuario fue resaltada por Anelys Ramírez, delegada de Agricultura del municipio. “La Agricultura también pierde a un productor ejemplar”, escribió.
Carreteras rotas, vidas rotas
Aunque las causas del accidente aún se investigan, se habla de exceso de velocidad y del mal estado de la vía como posibles factores. Y una vez más, las carreteras cubanas vuelven a ser protagonistas de una tragedia que pudo evitarse. Con más de 600 muertes por accidentes en 2024, la pregunta no es qué pasó, sino por qué sigue pasando.
Taguasco está de luto. Pero no solo por las muertes, sino por el abandono, por la impotencia, por la sensación de que cada día en la carretera es una ruleta rusa. Y mientras el dolor sigue fresco, lo único que queda es el recuerdo de los que se fueron… y el reclamo de los que aún siguen aquí.