Este cubano quiere ser reconocido por los Récords Guinness como el aplasta latas humano

Redacción

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Este cubano quiere ser reconocido por los Récords Guinness como el aplasta latas humano

Las personas que se encontraban en aquella ocasión junto al joven Christian Manuel Castellano Rangel en el hotel Don Florencia, de la ciudad del Yayabo, no podían dar cabida a lo que veían sus ojos cuando este rompió 20 latas de cerveza Bucanero con sus escápulas en tan solo 59,46 segundos.

La hazaña dejó sin palabras a quienes presenciaron la rapidez y destreza con la que el joven, haciendo uso de los huesos triangulares y planos ubicados en la espalda, lograba trituras las latas.

Hasta la fecha no se conoce a nadie más en Cuba capaz de realizar algo así, lo cual ha motivado a este espirituano a inscribirse en los Récords Guinness.

Según cuenta el joven, cuando comenzó a escachar latas se encontraba en octavo grado, y empezó a hacerlo porque sus amigos lo embullaron al ver cómo era capaz de sacar sus escápulas.

“Al principio me dolía mucho cuando lo hacía y me provocaba heridas, pero hoy ya no siento nada”, confesó Christian en una ocasión.

«Entreno todos los días en mi casa. Soy capaz de doblar los hombros, las rodillas, los dedos de las manos y los pies hasta posiciones que muchas personas me dicen que es casi imposible que no se partan», añade en su página personal de Facebook, donde ha publicado videos y fotos que confirman sus potencialidades.

Además de su labor como escacha latas, el joven practica el contorsionismo, que es a lo que realmente pretende dedicarse de manera profesional.

“En mi casa entreno todos los días. Ya soy capaz de doblar las rodillas, los hombros y dedos de las manos y los pies. Algunas personas me dicen que no saben cómo no se me han partido”, comenta en una publicación en su perfil de Facebook.

Con su meta bien fijada en presentarse en la modalidad de escachar el mayor número latas con su espalda en menos de un minuto, este espirituano de 1, 91 de estatura reparte su tiempo entre el entrenamiento, sus estudios y su trabajo como cuentapropista en el parque inflable infantil Los caballitos.

Su destreza a la hora de escachar latas ha hecho que al joven le hayan puesto el apodo del hombre elástico o sencillamente el “Escachalatas”, lo cual confiesa que nunca le ha molestado y que se siente muy feliz de haber encontrado algo que realmente le gusta hacer.