María Elena de Cárdenas se convierte en la aristócrata cubana en vida con más títulos nobiliarios en su poder

Luisa del Llano

La empresaria Alicia Koplowitz era la única con el marquesado de Bellavista hasta que, en las últimas horas, le fuera concedido el título a la aristócrata cubano-española María Elena de Cárdenas, con lo que confiesa sentirse “muy feliz”.

Hace más de seis años comenzó la batalla en los juzgados por la recuperación de los marquesados de Bellavista, Campo Florido y Almendares, que concluye con el poder cedido gracias al buen trabajo de la justicia española.

El residente de Coral Gables, en Miami, Luis de la Vega, quien es descendiente directo de la ya tres veces marquesa, afirmó que su madre estuvo muy contenta al ver terminada la demanda del marquesado de Bellavista, con el fallo a su favor por parte del Tribunal Supremo de España.

Uno de los tres títulos nobiliarios de “Manana”, como la llaman de cariño, pertenece a Miguel Mariano Freite Gómez, y los dos restantes se encuentran en manos de la familia Koplowitz.

La sobrina de Alicia Koplowitz, Alicia Alcocer Koplowitz, era la anterior marquesa de Campo Florido, título que a de Cárdenas le fue otorgado en 2019, también por dictamen del Tribunal Supremo de España.

Radicada en Miami justo después del estallido revolucionario, la familia de Cárdenas siempre continuó con un profundo arraigo a la Madre Patria. Cuando era niña, Manana quería ser sevillana como su madre y esta le respondía que era “mitad y mitad”.

A respecto, comenta: “Muchos españoles no son conscientes de la suerte que tienen de pertenecer a una nación generosa y comprometida como pocas, donde sus gentes son tan encantadoras y la calidad de vida incomparable”.

Luis de Cárdenas y Cárdenas, su padre, le requirió en 1964 que tratara de recuperar los marquesados familiares que pasaron a otros poderes debido a un grupo de factores, incluida la llegada de la Revolución a Cuba.

Miguel de Cárdenas y Peñalver y Gabriel de Cárdenas y Cárdenas fueron los escogidos para portar los marquesados de Campo Florido y de Bellavista, respectivamente, por los reyes Fernando VII en 1826 y Amadeo I.

La Koplowitz recurrió a un número de sentencias, por ejemplo, ante la Audiencia Provincial de Madrid y la Corte Suprema de España, eludiendo el primer veredicto, pero la cubano-española ganó en cada ocasión.

La tres veces marquesa agradece inmensamente a su defensor, Álvaro López Becerra de Casanova, especialista en derecho procesal y nobiliario, y agrega que “se siente muy agradecida a la Justicia española, en la cual siempre estuvo confiada”.