¿Qué sucedió con los fastuosos hoteles que estaban alrededor del Parque de la Fraternidad de La Habana?

Julio César

¿Qué sucedió con los fastuosos hoteles que estaban alrededor del Parque de la Fraternidad de La Habana?

El primero de los hoteles que se construyó colindante a lo que en la República sería el Parque de la Fraternidad fue el Hotel Perla de Cuba, que aseguran algunos fue el más antiguo de los que existió en la Isla.

El hotel se construyó en 1835 en la misma intersección de las calles Amistad y Dragones, en un ángulo del antiguo Campo de Marte y muy cerca de la desaparecida Estación de Villanueva. Durante su larga existencia sirvió, además, de alojamiento para los militares que España enviaba a prestar servicios en Cuba. Cuando se produjo el cambio de siglo, el Hotel Perla de Cuba era uno de los pocos que existían en La Habana. Sin embargo ya mostraba un gran deterioro y a los pocos años cerró definitivamente.

Hotel Perla de Cuba den la parte inferior de la fotografía

Justo en la parcela colindante, en la calle Amistad No. 458 se levantó en 1923 otro hotel al que sus dueños llamaron Perla de Cuba Moderno, en honor, posiblemente, a la primera instalación de este tipo con que contó la capital cubana.

El Perla de Cuba respondía a una tipología constructiva muy en boga en los años 20 y 30, que prefería la construcción de edificios altos de varios pisos, sin patio interior, en detrimento de los viejos caserones de tipo español que hasta entonces daban a todas las principales avenidas habaneras. Se construyó de seis pisos, con la última planta ocupada por un agradable roof garden que fue muy popular, sobre todo, entre los españoles residentes en la capital.

Entre 1920 y 1930 se le consideró como un hotel de primera y fue de los que sobrevivió el bajón turístico cubano ocurrido tras el crack del 29. Sin embargo, en la década del 50 del siglo XX era ya una instalación venida a menos y de las más baratas de la capital (de $3.00 a $5.00 por noche). Presentaba, además, algunos conflictos sindicales, pero seguía funcionando como hotel.

Al fondo el Hotel Perla de Cuba

Desconoce el que esto escribe la fecha exacta en que cerró el hotel y el inmueble fue ocupado por familias permanentes que lo tugurizaron por completo; pero en la década de 1980 ya los directorios no lo mencionaban como hotel.

El inmueble que ocupó el antiguo Perla de Cuba todavía existe, pero en estática milagrosa, y en el mismo se han producido múltiples derrumbes parciales. La parte posterior del edificio y las últimas plantas son las que muestran mayor deterioro y se encuentran clausuradas hace algunos años. El paupérrimo estado constructivo del Perla obliga a la evacuación de sus ocupantes cada vez que un evento climatológico fuerte amenaza a La Habana.

Suerte todavía peor corrieron los hoteles de la calle Monte cuyos portales daban al Parque de la Fraternidad: El Isla de Cuba y el Nuevo Isla de Cuba.

El más antiguo de los dos, el Isla de Cuba, se estableció en un antiguo palacete colonial de tres pisos que, a diferencia del resto de los hoteles del Parque de la Fraternidad, sí posee alto valor patrimonial. En este inmueble se había establecido con anterioridad otro de los hoteles del parque, el Saratoga, que con posterioridad se instalaría definitivamente en Prado esquina Dragones.

Postal del Hotel Nuevo Isla de Cuba

Se trató siempre el Isla de Cuba de un hotel muy barato, utilizado casi siempre como lugar de paso. Sus precios eran de los más bajos que se podían conseguir en La Habana (por debajo incluso de muchas casas de huéspedes), en 1958 una habitación simple en el hotel Isla de Cuba se podía conseguir por apenas dos pesos.

Tras el triunfo de la Revolución de 1959 el hotel fue expropiado como todos los negocios privados que existían en Cuba. Pasó a ser administrado por el Estado cubano que lo mantuvo en explotación hasta la década de 1980 pero con sus servicios extremadamente depauperados. Tras ser cerrado en la década del 90 gran parte del inmueble se derrumbó. Sin embargo, quizás sea este el único de los antiguos hoteles del Parque de la Fraternidad que, por su singular belleza arquitectónica, justifique una gran inversión que le devuelva su esplendor.

El Nuevo Isla de Cuba se construyó en 1926 sobre la tienda La Nueva Isla que en 1915 había establecido Menéndez y Hermanos en la esquina de las calles Monte y Suárez. Sus características constructivas son muy similares al Perla de Cuba Moderno: aprovechamiento máximo de la parcela mediante la altura de una torre de siete pisos con un roof garden en el techo. La diferencia fundamental estribaba en que todo el frente del edificio por la calle Monte y parte del inmueble era ocupado por la gran tienda de ropa y sedería La Nueva Isla y el acceso al hotel se encontraba por Suárez, la calle lateral.

En la actualidad el inmueble se encuentra clausurado y en estado de abandono. En varias ocasiones ha intentado ser ocupado de forma ilegal, pero las autoridades no lo han permitido. El antiguo Nuevo Isla no muestra el grado de deterioro casi insalvable del Perla de Cuba; pero cada día que pasa sin que se realice una inversión sobre el inmueble acerca más su fin.

Finalmente, en la esquina de Prado y Dragones se encuentra el hotel Saratoga. El inmueble que ocupó el hotel se construyó con fines comerciales en 1879. Tras una gran remodelación a principios del siglo XX se destinó al negocio del hospedaje y en él se estableció el hotel Alkazar, pues el Saratoga original, como se ha mencionado anteriormente, se encontraba entonces en la calle Monte.

No sería hasta la década de 1930 que este abandonaría ese emplazamiento para trasladarse al edificio de Prado y Dragones. Del Saratoga fueron muy famosos sus aires libres que daban a Prado, donde se reunía lo más conspicuo de la sociedad habanera.

En 1950 pertenecía a José Blanco, quien fuera tesorero de la Asociación Hotelera de Cuba y dueño también de los hoteles Boston y New York, ambos desaparecidos. Se le consideraba todavía por ese entonces como un buen hotel.

Aunque el actual Hotel Saratoga se precia de ser el continuador del fundado en la República esto es muy cuestionable, pues del antiguo edificio sólo se conserva parte de la fachada (el resto se desplomó hace muchos años), siendo el resto de la estructura de construcción reciente.