Tener un “atari” en Cuba ¿privilegio de ricos o negocio a la vista?

Redacción

Tener un "atari" en Cuba sigue siendo un privilegio para ricos

En La Habana es posible conseguir jineteras a domicilio por 20 CUC, que te pasen “el cable” con los canales “de afuera” por 10 CUC, conexiones clandestinas a internet por 0.50 CUC la hora y hasta un compendio de materiales audiovisuales de procedencia estadounidense hasta la puerta de la casa (el llamado paquete).

Existen además algunas casas en las que durante los fines de semana se montan espectaculares discotecas con pantallas gigantes y música toda la noche. Si eres de los que les gusta el deporte, no pocos inquilinos convierten sus domicilios en pequeños mini estadios para disfrutar entre tragos y apuestas los choques entre el Real Madrid y el Barcelona, por solo citar un ejemplo.

Todas estas actividades son ilegales, pero los cubanos se las arreglan para no dejar de llevarlas a cabo. Con un extremadamente caro acceso a internet y tecnologías obsoletas en la mayor parte de los casos, se ha creado una especie de industria del ocio, cuyo objetivo (además de sacar algunos pesos) es que tanto familiares, como amigos, y vecinos, puedan despejar un rato la mente de todos los problemas con los que tienen que lidiar a diario.

Los discos quemados (pirateados) con las últimas versiones de populares videojuegos se pueden encontrar en pequeños puntos en los que además se ofertan CDs o DVDs de videos musicales o películas clásicas o estrenos.

En caso que se desee, es posible concertar una visita a la casa con algunos gurus de la piratería y en un santiamén se aparecen con un disco duro atestado de juegos en oferta. Los precios varían desde 1 CUC hasta 2 CUC.

Los hay también que se dedican a “craquear” modernas consolas como XBOX, Wii o PlayStation para que puedan leer discos quemados. En caso que se averíen los equipos, no existen talleres estatales dedicados a este fin, pero solo basta con entrar a sitios como Revolico y los mecánicos a domicilio o los talleres privados “están a la patá”.

Si no se cuenta con familiares de la otra orilla que puedan enviarte algún juego moderno, en la Isla se pueden conseguir en el mercado negro. Eso sí, hay que aguantarse con los precios. Si se trata de un PlayStation 4, nuevo en su caja, el precio no se baja de los 450 CUC. De uso quizás pueda encontrarse un poco más barato.

Los precios de las consolas modernas rondan entre los 300 y los 600 CUC. En las tiendas de Moneda Libremente Convertible no se ofertan videojuegos.

Algunos propietarios alguilan “atari” en sus casas a 20 pesos la hora y si, les sobran los clientes. Todos los fiñes del barrio se agrupan en la sala para dar rienda suelta a sus deseos de jugar el último FIFA, dar un poco de patadas y piñazos en algún juego de moda o caerse a tiros en algún shooter jugando en la opción multijugador.

Pese a que en muchos de estos juegos abundan las escenas violentas, no son pocos los padres que confían en que sus hijos estén claros que solo se trata de un juego y les pagan esta diversión con tal que no estén sentados en la esquina del barrio, lo cual es sinónimo muchas veces de estar fumando, bebiendo ron y metiéndose en problemas.

Muchas veces, las familias que cuentan con un “atari” en casa, se pasan las horas sentadas frente al televisor los fines de semana y así todos disfrutan de un divertido tiempo juntos.

Los videojuegos en Cuba (y en el mundo entero) no solo es cosa de jóvenes, sino que le pregunten a no pocas amas de casa que se han dejado llevar por los misterios de los juegos estilo detective y por la “gracia” se le han quemado los frijoles o se les ha olvidado que al otro día trabajan y se la pasan hasta altas horas de la madrugada “dándole al dedo”.