Los trabajadores del turismo en Cuba han tenido que empezar a sobrevivir del invento por culpa de la pandemia

Laritza Sánchez

Los trabajadores del turismo en Cuba han tenido que empezar a sobrevivir del invento por culpa de la pandemia

En Cuba a pesar de que se han impuesto medidas para controlar los contagios por Covid-19 entre las personas, muchos ciudadanos no cumplen con estas medidas. En La Habana, una de las provincias que siempre ha mantenido desde la llegada de la pandemia un pico alto de contagio, varios jóvenes practican deportes al aire libre diariamente sin importarles las medidas de aislamiento dictadas.

Se puede observar como juegan y se divierten, usando una portería muy original creada a través de una mesa de una escuela, estos jóvenes disfrutan de su fútbol a pesar del calor y el cansancio que el mismo deporte genera.

Cerca del juego, también se encuentra un muchacho trabajador, vendedor de alimentos y bebidas, el cual anda por La Habana con sus bocaditos de helado y sus tamales a 15 y 20 CUP respectivamente. Es increíble ver cómo se las arregla, modificando su medio de transporte, su bicicleta, para poder cargar durante todo el día con toda la mercancía.

Por supuesto, para los jóvenes que tan cansados y sedientos se encuentran en el partido de fútbol, este muchacho es la salvación. Todos detienen el juego y van a por una merienda para refrescar un poco. Uno de ellos intenta estar separados de los demás, pues, alerta a sus compañeros qué si las autoridades los ven, tendrán que pagar una sanción no menor de 2000 CUP y les reclama el uso correcto de la mascarilla a sus compañeros. El joven vendedor, hace una pausa en su rutina para ver cuánto ha recaudado en el día, después de andar prácticamente media provincia vendiendo.

Este muchacho afirma que corre un gran riesgo cuando sale a vender cada día, ya que no tiene licencia de vendedor de alimentos ambulante, pero es que la situación está muy difícil y esta es la vía que encuentra para salir adelante y que así hace alrededor de 500 CUP diarios. Este joven además dice ser trabajador del turismo, pero ha tenido que recurrir a la venta ambulante ya que el lugar donde trabaja está cerrado por la pandemia. Comenta que han reinsertado a muchos en otras labores necesarias para el hotel o en lugares donde los necesita ahora mismo el país, pero, después de que le dieran una parte de su salario durante unos meses, quisieron que se incorporara al cuerpo de custodias de un centro hospitalario, trabajo que rechazó. Aun así, dice que cuando vuelva a activarse el sector del turismo en la isla, lo contactarán, y regresará a su puesto de trabajo a pesar de que el salario de estos trabajadores sea bajo.

El sector del Turismo

El turismo en la isla es la tercera entrada de ingresos más grande que llega a la isla, solamente superada por las ganancias que generan los servicios sanitarios y las remesas de las personas del exterior.

Leonardo, el joven vendedor, sigue explicándonos que como no se ha incorporado a un centro laboral, no ha podido disfrutar del aumento salarial. Aun así, en su casa, la comida dura muy poco, ya que sus tres hijos, su mujer y su suegra están hambrientos casi todo el día. Nos comenta que sale a trabajar aproximadamente 12 horas todos los días y aun así no gana lo suficiente para alimentar correctamente a su familia. Hace vende comida y ropa para poder ganar algo de dinero, pero la situación está bien difícil. Dice que cuando llega a casa, entre todos consumen los productos que sobraron del día.

Continúa expresando que la situación está muy compleja, que cuando trabajaba en el hotel con los extranjeros resolvía más fácil la comida y ganaba unos cuantos dólares. De esta manera arregló su casa a su gusto y vivían cómodamente. Habla de que era también mensajero de los extranjeros, es decir, él les conseguía lo que quisieran, pero desde que empezó la Covid-19 en Cuba, no ha visto más en sus manos un solo dólar americano, y no tiene familiares en el exterior que se los mande. Afirma que en casa hacen de todo para economizar gastos, sobre todo en el servicio eléctrico, pero que es muy difícil, que como esto siga así, mucha gente comenzará a protestar o a suicidarse. Concluye diciendo que el Estado le dificulta todos los días un poco más la vida a los ciudadanos.

Por otra parte, tenemos el testimonio de Ihosvany, otro trabajador de un centro hotelero. Expresa que en el inicio de la pandemia tenía aproximadamente 4000 dólares americanos guardados, y ha vivido tres décadas cómodamente gracias a “las cositas” que se buscaba en su centro de trabajo, pero desde que comenzó todo este tormento no hago dinero. Estuvo varios meses en hogar, cobrando muy poco dinero, luego, en la fase de recuperación, comenzó un trabajo de ayudante de cocina el cual tampoco le ofrecía muchas ganancias, y lo dejó. Actualmente espera el llamado del hotel para cuando abra, ya se gastó los ahorros y está trabajando de chofer para negocios particulares. Dice que está pasando trabajo. No debe ser fácil pasar de tener muchas comodidades a vivir día a día calculando el dinero y la comida exacta para sobrevivir.

Según informa el medio de prensa “Las Américas” del total de empleados del sector del turismo, actualmente 15 000 están en sus casas cobrando el 60% del salario. Una trabajadora perteneciente al Ministerio del Turismo les informa que muchas personas no se reincorporaron en otros trabajas para cobrar el sueldo entero, por lo cual están en sus viviendas sin trabajar para el Estado, quizás cuando el sector comience a trabajar nuevamente los contacten para sus antiguos trabajos, mientras que los que sí aceptaron las plazas temporáneas en otros centros, están cubriendo las necesidades del país en hospitales y otros centros donde requieren de su ayuda.

Por otra parte, uno de los trabajadores del Hotel Packard, afirma que la los españoles les otorgan al Estado una cantidad determinada de dólares para el pago de interrupto de los trabajadores pero que cuando este dinero pasa por las manos de las autoridades se lo reparten entre ellos. Dice que son aproximadamente 250 euros por persona pero que de ese dinero no ven nada.

Un sueldo muy malo

Cuando se observan los problemas que tienen las naciones de Latinoamérica a causa de la Covid-19, se puede apreciar que, en el caso de la isla caribeña, uno de los sectores más golpeados ha sido el del turismo.

De acuerdo a un estudio realizado por la Sociedad de las Américas y del Consejo de las Américas, informa que al país han llegado aproximadamente 2 millones de extranjeros en el pasado año, lo que ha representado una disminución grave en la cantidad de visitantes a la isla. De esta forma, se encuentra entre uno de los países con peores bajas porcentuales en el turismo en la región.

Desde el inicio de a pandemia en la isla, el país ha comenzado una grave crisis de la cual el sector del turismo no se libra. Se están registrando aproximadamente más de 1000 contagios nuevos por día y este es un país que no se puede permitir tantos pacientes con coronavirus porque debe evitar la saturación del sistema de salud. Aun así, sabiendo que el turismo no está generando grandes ganancias, el Estad no deja de invertir en nuevas construcciones hoteleras, mientras que muchas personas realmente necesitan de esos recursos materiales que se “malgastando” en nuevos hoteles.

De acuerdo a los estudios de Julio Batista, periodista independiente, las autoridades del país han utilizado aproximadamente, en una década, 20 millones de dólares en la construcción de nuevas instalaciones hoteleras.

En la isla, el sector del turismo aporta en promedio 3 millones de dólares americanos al año (esta información está respaldada por investigaciones y estadísticas confiables y oficiales) y aun así, las personas que laboran en estos lugares, tienen uno d los peores sueldos que se pueden ganar en Cuba.