Virgen de las Mercedes, madre de nuestros presos en Cuba

Laritza Sánchez

Virgen de las Mercedes, madre de nuestros presos en Cuba

Cuba, como bien sabemos todos es un país formado por muchas razas provenientes en un inicio, de diferentes partes del mundo. Por lo tanto, al confluir tantas culturas, cada una trajo consigo sus creencias religiosas, lo que ha hecho que el país sea la casa de varias religiones y santos. Una de las figuras religiosas más populares en la isla es Nuestra Señora de la Merced. Ella una vez al año recibe a todo su público en su zona de residencia, en el capitalino barrio de San Isidro.

En esa ocasión, en la jornada de su celebración, las personas se preparan y preparan también a la Virgen para el gran recibimiento de todos aquellos que irán a verla.

En realidad, la Virgen no requiere de mucha preparación, cuando más, un retoque para que este impecable ante todos. Es que, son tantas las personas que han hecho aportes y donaciones al santuario de esta figura religiosa que no queda más nada que ir a pedirle y a darle las gracias, porque allí donde está, condiciones materiales no le faltan. Actualmente, este santuario es una estructura patrimonial.

La interpretación a las oraciones hacia esta virgen es que las personas les pide por los más desfavorecidos. Como su nombre indica, a esta virgen las personas le rezan para pedir, paz, armonía, humanidad, por aquellas personas que no se encuentran en su mejor momento actualmente, en este caso, le reza por aquellos que están condenados en prisión.

Dicha virgen es proveniente del extranjero (como ya se había aclarado anteriormente) y llegó a la isla a través de la conquista española a partir del año 1492.

De acuerdo a las historias de la población, cuentan que, en el siglo XIII, la Virgen María a través de un ciudadano religioso envía el mensaje de orar, rezar y adorar a Nuestra Señora de la Merced. En aquellos momentos, muchas personas eran retenidas involuntariamente por miembros de la religión musulmana, los cuales exigían recompensas o incluso intercambio de prisioneros por liberar a sus víctimas. Los ciudadanos comentan que la misión de esta virgen era pedir y proteger a aquellos que estaban secuestrados.

Esta es una de las primeras figuras religiosas extranjeras en instaurarse en América. Comenzó primero por República Dominicana y el día de su celebración es el 24 de septiembre (en un inicio era el 8, a causa de las consecuencias que dejó un evento natural en el país, pero las autoridades españolas decidieron cambiarlo a la fecha vigente)
Aquellos que la conoce sabrán que es una virgen que se muestra de una forma elegante y delicada. En su mano izquierda y derecha sostiene al niño Jesús y un cetro respectivamente. Además, tiene en su cabeza una corona y su vestimenta es delicada y fina, blanca y a veces, trae consigo ataduras en señal de sometimiento, retención y esclavitud.

Por lo cual, después de explicar todas estas características de la virgen, entendemos porque las personas la visitan cada vigésimo cuarto día del noveno mes del año. Además, coincide con el día de celebración de Obatalá, el cual quien creó de la tierra y de él se interpreta tranquilidad, esperanza y bondad.

Cada 24 de septiembre las personas que van a ver a Nuestra Señora de la Merced y a Obatalá, acuden al santuario utilizando prendas de color blanco y le piden por sus seres queridos, le llevan obsequios, donaciones, regalos, adornos, pero, sobre todo, las personas que realizan la visita, rezan por el bien de sus seres queridos que se encuentran cumpliendo condena en las cárceles del país. Este día también se hace mucha referencia a las personas que están en esa situación debido a problemas relacionados con la política por lo cual, estas personas tratan de mantener el control entre tantas personas que se encuentran desesperadas por a preocupación para que la reunión de ese día no se convierta en causante de un estallido social contra del Estado.

Aun así, esta jornada podría servir para acercarnos a esta temática la cual no se menciona prácticamente por los medios de prensa ni por las autoridades del Estado, siendo así una de las partes de la población menos comprendidas por la población de manera general.
Estas personas son casi sesenta mil personas aproximadamente, las cuales cumplen sus condenas de acuerdo al nivel de castigo impuesto de acuerdo al hecho del cual se les hace responsables. Desde estados más condiciones más controladas como los que se encuentran en reclusión hasta aquellos que atraviesan programas para reconducir su conducta e insertarse en algún sector en el cual tenga un papel más productivo.

Por otra parte, se estima que las personas que cada año van a visitar a Nuestra Señora de la Merced han aumentado significativamente ya que así lo han hecho estos centros de reclusos desde el inicio de la Revolución.

Entre los presentes se encuentran las familias y amigos de estas personas, las cuales son fáciles de identificar este día ya que mediante sus oraciones y expresiones no verbales se puede apreciar en su físico su grande dolor por la situación de sus seres queridos. También, en estos seres queridos que se encuentran en las cárceles del país, se puede evidenciar una muestra de la población cubana actual.

En esta fecha se reza también por aquellos que están en esos lugares por relacionarse o vincularse en hechos en los cuales se evidencian la crisis de la sociedad, es decir, por problemas de discrepancias sociales, económicas, políticas entre otras.

Igualmente, se hace un pedido anual, en este día, por una participación más activa del Gobierno en la situación de estas personas, en su incorporación a la sociedad y en el interés por mejorar sus condiciones de vida en las cárceles del país. Además, se suplica porque tanto el pueblo como las autoridades se enfoquen en mejorar la calidad de vida en la sociedad, por la eliminación de los prejuicios, las diferencias, los problemas de cualquier área para de esta forma disminuir en gran medida estos hechos que causan la privación de libertad de muchos en la isla.