Cuba pudo desaparecer como consecuencia de catastróficos temblores terrestres y marítimos

Redacción

Cuba pudo desaparecer como consecuencia de catastróficos temblores terrestres y marítimos

Hace ya más de 100 años, por allá por 1906, un científico austriaco desató el terror entre los cubanos al realizar una terrible predicción: “Entre el 15 y el 16 de mayo de ese año la Isla desaparecería a consecuencia de catastróficos temblores terrestres y marítimos”. Para llegar a estas conclusiones dice que había observado como crecían las matas de peonía.

La peonía es, en efecto, un bejuco leguminoso medicinal que en Cuba florece en diciembre (flores blancas o rojas, en espiga) y echa unas vainas en racimo que contienen granos esféricos, duros, lustrosos y de color rojo vivo con un lunar negro, que son muy solicitados para adornos.

El doctor Joseph Frederic Nowack, como se llamaba aquel señor, llegó a La Habana a inicios de 1906 y, al poco tiempo de pisar el suelo caribeño, vaticinó el cataclismo que sufriría la mayor de las Antillas, dividiendo con sus predicciones a todo el país.

La prensa de la época se hizo eco del asunto

El asunto se convirtió en tema de conversación obligado en todos los lugares y para todos los sectores y la prensa informaba de los avances de los experimentos del profesor con las peonías sembradas en una quinta de Guanabacoa, propiedad de un tal Tariche.

Así las cosas, la prensa cubana añadió más leña al fuego de la alarma ciudadana al publicar en su edición del día 27 un despacho cablegráfico fechado supuestamente en Viena y que daba cuenta de que el Observatorio de esa ciudad anunciaba que muy pronto La Habana sería asolada por un terremoto.

Cientos de familias huyeron, las agencias de viaje multiplicaron sus acciones y las tasas de suicidios mostraron un pico.

Incluso, acusaron al profesor de ser el responsable de que las familias abandonaran el Vedado, dejando las casas vacías, y de que los alquileres y el valor de los inmuebles se hubiesen derrumbado en la zona.

Algunos diarios se cubrieron la noticia de un posible gran terremoto

Llegó el tan anunciado día 15 y no pasó nada, luego transcurrieron el 16, 17, 18 y tampoco se movió ni una mosca. Al profesor Nowack no le quedó más remedio que irse de Cuba como mismo había llegado e ir a contar sus peonías a otra parte…

Así llegó el 15 de mayo y transcurrieron los días 16, 17, 18 y 19 y no pasó nada, y el doctor Nowack se fue de Cuba como vino, con sus peonías a otra parte…

Sin embargo, Cuba no se libró aquel año de las calamidades. Entre los días 17 y 18 de octubre un violento huracán atravesó La Habana, ocasionó muertes y cuantiosos daños desde Pinar del Río hasta Las Villas y puso los pelos de punta al pinto de la paloma.