El galán cubano William Levy presume de cuerpazo sin camisa en sus redes sociales

Redacción

El actor cubano William Levy confiesa cuál es su temor más grande

El galán cubano William Levy decidió regalar un taco de ojo a sus millones de seguidores en la red social de Instagram, donde hoy posteó una imagen que ha subido la temperatura entre las feminas, y por qué no, también entre los hombres que van tras sus pasos.

“Besos a todas. Siempre agradecido por todo su cariño. Las amo. Y a los brother les mando un abrazo”, escribió el actor, aprovechando para recordar que su próximo estreno será protagonizando el clásico El Conde de Montecristouna adaptación contemporánea del clásico de Alejandro Dumas ambientada en La Habana, Miami y Madrid, que se rodará este año producida por Secuoya Studios y Pantaya.

Popular como actor de telenovelas y protagonista de la nueva versión de Café con aroma de mujer que está triunfando en Netflix, Levy ha participado también en producciones de Hollywood como Resident Evil: El Capítulo Final o El club de las madres solteras.

En esta adaptación de El conde de Montecristo el personaje de Dumas se convierte en el fundador y director ejecutivo de una empresa tecnológica que busca venganza, una óptica diferente y un modo inédito de contar la historia, según el actor y coproductor. «Me he sentido atraído por la historia del Conde de Montecristo desde mi juventud, es un personaje misterioso en su búsqueda de justicia y venganza, temas poderosos con relevancia universal», ha señalado Levy.

Montecristo, un thriller de seis episodios, y la alianza con Levy son una «parte integral» de los planes de expansión de Secuoya en América, han asegurado David Martínez y Sergio Pizzolante, director de Ficción y representante en América Latina y Estados Unidos del estudio de contenidos español.

En la serie, Alejandro Montecristo es una figura enigmática que irrumpe en el ojo público y genera preocupación entre la élite mundial porque se desconoce el origen de su fortuna y su pasado. Su empresa despierta la envidia y el interés de muchos, entre ellos Fernando Álvarez Mondego, un empresario relacionado con la aristocracia española que quiere adquirirla. Lo que Fernando no sabe es que Montecristo es alguien a quien conoció hace décadas y el motivo de su surgimiento se alimenta de venganza.