Los “Ten Cents” de La Habana, los mejores sándwich, batidos y hamburguesas de Cuba

Redacción

sus exquisitos clubs sándwiches, sus batidos, los sundaes de chocolate y sus buenísimas hamburguesas.

Al recorrer algunas de las calles más notorias de los municipios La Habana Vieja o Centro Habana, no pasa desapercibida la riqueza comercial que en otro tiempo disfrutó la ciudad. Tiendas muy grandes, numerosos establecimientos a lo largo de calles como Galiano, San Rafael, Neptuno, Obispo o Monte, constituyen una especie de recuerdo de lo que un día fueron estas zonas en materia de comercio.

Unos de los establecimientos que siempre llamaban la atención eran los conocidos popularmente como “Ten Cents” porque no se parecen en nada a la típica tienda habanera, se iba de compra a “La Habana”. Al Ten Cents de Obispo en especial por aquellas manzanas acarameladas que tanto gustaban y el “daiquirí -frozzen” que vendían en vasos plásticos.

Los Ten Cents eran comercios minoristas filiales de la matriz norteamericana F. W. Woolworth Company, y su éxito rotundo se basó en la venta mercancía a 5 y 10 centavos. Su truco: comprar los productos directamente a los fabricantes.

Menú del Ten Cent

La citada compañía llegó a abrir 10 tiendas de este tipo, de las cuales cinco se encontraban en La Habana y las restantes en el interior del país.

El de Galiano, por ejemplo, fue inaugurado en 1924, y su estructura, basada en la variedad de servicios en los que se incluían cafeterías, peluquerías, y atracciones infantiles, constituía la última novedad en materia de tiendas departamentales por aquellos años.

En los años 50 la empresa llegó a tener unos 1000 empleados, de los cuales el 80% eran mujeres, y los que tuvieron un papel destacado dentro del movimiento sindical de la época.

El imaginario criollo aún mantiene el recuerdo de la calidad del servicio que se prestaba en estos establecimientos. Sobre todo es común escuchar hablar de sus exquisitos clubs sándwiches, sus batidos, los sundaes de chocolate y sus buenísimas hamburguesas.

Interior del Ten Cent de Galiano

El Ten Cents de Galiano y San Rafael, que la cadena estadounidense Woolworth había abierto en 1924, ofrecía mercancías importadas a módicos precios. Vendían todo lo que te puedas imaginar, cinco plantas con mostradores de vidrio y madera. Woolworth explicaba con orgullo en sus folletos la filosofía del comercio a gran escala, que les permitía bajar costos.

En La Habana aún se conservan los Ten Cents de Obispo, Galiano, Monte, 12 y 10, y La Copa, en Miramar, sometidos al vaivén de improvisadas fórmulas comerciales. Forman parte de la historia de la vida cotidiana del habanero que no se explican en los libros, pero que enriquecen la visión de una época y nos ayudan a comprender por qué aún hoy los llamamos Ten Cents.